El Ministerio Público actuó con celeridad para definir la situación del hombre de 68 años que abatió la mañana de este viernes a Víctor Manuel Laciar Robledo, un delincuente que entró junto a un cómplice a robar a su casa de Perdriel, Luján de Cuyo.
Luego de pasar, probablemente, uno de los momentos más intensos de su vida, el sexagenario fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en legítima defensa y recuperó la libertad, por lo que en cuestión de horas pudo regresar a su casa junto a sus seres queridos.
El fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello se apoyó artículo 34 del Código Penal que trata los delitos que “no son punibles”, más precisamente en el inciso c: “El que obrare en defensa propia o de sus derechos, siempre que concurrieren las siguientes circunstancias: a) Agresión ilegítima; b) Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla; c) Falta de provocación suficiente por parte del que se defiende”.
Pero, para el magistrado el caso se encuadra en una continuación de ese inciso, que hace referencia a la llamada legítima defensa privilegiada: “Se entenderá que concurren estas circunstancias respecto de aquel que durante la noche rechazare el escalamiento o fractura de los cercados, paredes o entradas de su casa, o departamento habitado o de sus dependencias, cualquiera que sea el daño ocasionado al agresor. Igualmente respecto de aquél que encontrare a un extraño dentro de su hogar, siempre que haya resistencia“, sostiene ese párrafo.
Esa figura, también conocida como legítima defensa presunta, permite justificar que el propietario de la vivienda atacó al malviviente para defenderse, sin la necesidad que se cumplan los requisitos a), b) y c), previamente descritos.
De esa forma, el fiscal Pirrello solicitará en un futuro próximo el sobreseimiento de la víctima del robo, una vez que ya se hayan incorporado al expediente una serie de peritajes y análisis que se encontraban en producción, explicaron fuentes judiciales allegadas a la instrucción.
Por su parte, los detectives judiciales y policiales continuaban trabajando para identificar al compañero delictivo de Laciar, quien pudo escapar de la escena después de que su cómplice recibió el escopetazo fatal.
El hecho
Fue cerca de las 5.30 cuando las autoridades tomaron conocimiento a través de la línea de emergencias 911 sobre dos sujetos que pedían ayuda en la ruta 15. Uno de ellos, estaba herido y ensangrentado, tendido a un costado de la calzada.
Una pareja que se movilizaba en su auto particular frenó para ayudar y trasladaron al lesionado hasta el Centro de Salud Nº 31, donde un médico confirmó que el individuo había fallecido.
Al identificarlo, constataron que se trataba de Laciar Robledo, quien contaba con antecedentes por robos. Incluso, algunas causas por esos delitos se encontraban en trámite en la Justicia provincial.
A partir de allí se iniciaron los trabajos a cargo de Pirrello y su equipo, que permitieron establecer que el fallecido había ingresado momentos antes a un domicilio de la citada ruta provincial.
Allí, fue sorprendido por el dueño de la vivienda cuando intentaba llevarse un televisor junto a su cómplice, por lo que recibió un escopetazo a corta distancia.
El hombre relató que se encontraba en el baño y escuchó ruidos en otro sector del inmueble, por lo que tomó la escopeta y la accionó contra el maleante para evitar el robo.
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