Las redes sociales han cambiado radicalmente la forma en que las personas se conocen, se comunican y mantienen sus relaciones amorosas. Las distintas plataformas virtuales han hecho más fácil encontrar posibles parejas, permitiendo a los usuarios conectarse basándose en intereses y compatibilidades específicas.
Ahora bien, ¿qué sucede cuando encontramos ese match ideal? Para la mayoría de las personas, los momentos de enamoramiento van y vienen. Sin embargo, para otras, una pequeña muestra de interés puede despertar pensamientos persistentes y repetitivos difíciles de controlar.
Las redes sociales ofrecen un espacio donde las personas pueden interactuar y conocerse de manera más casual antes de llevar la relación a un nivel más personal.
“La limerencia se define como un estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica hacia alguien en el que se siente una necesidad obsesiva de ser correspondido” explica la Licenciada Silvina Castillo, Jefe del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende sede Cerro.
El pensamiento de la persona sólo está enfocado en la persona del enamorado y en la necesidad imperiosa de ser correspondido, afectando así, todos los aspectos de su vida”.
Aunque pareciera novedoso y contemporáneo, el término limerencia no precisamente se relaciona con millenials o centennials. De hecho fue en 1979 cuando la psicóloga experimental y profesora de la Universidad de Bridgeport, Dorothy Tennov, puso en evidencia el término en su libro “Amor y limerencia: la experiencia de enamorarse”.
En la etapa inicial de una relación, conocida como enamoramiento, las personas suelen experimentar sentimientos intensos y una fuerte fascinación por la otra persona. Durante esta fase, ocurren varios fenómenos psicológicos y fisiológicos como:
- Intensidad emocional: Las emociones son muy intensas, con una sensación de euforia y excitación al estar con la persona amada.
- Idealización: Se tiende a idealizar al otro, viendo solo sus cualidades positivas y minimizando o ignorando los defectos.
- Química cerebral: Esta fase está influenciada por una explosión de neurotransmisores como la dopamina, que promueven sentimientos de felicidad y placer.
- Fascinación y obsesión: Los pensamientos sobre la persona amada son constantes e intrusivos, similar a lo que ocurre en la limerencia.
“Es importante diferenciar, que en una relación de amor, sobre todo en la etapa inicial del enamoramiento, se experimentan sentimientos intensos y fascinación por el otro, que luego tiende a moderarse con el paso del tiempo, dando lugar a una relación más estable, confiable y comprometida” explica la Licenciada Castillo.
Contrariamente, en la limerencia, estas reacciones y sentimientos no disminuyen, sino que se vuelven más intensos y destructivos”.
La limerencia puede impactar la autoestima según la respuesta de la persona amada, especialmente si se sienten rechazados.
Durante la limerencia, los pensamientos sobre la persona objeto de afecto son constantes e intrusivos. Es por esto que la interconectividad entre usuarios y las redes sociales, pueden ser un factor desencadenante e incluso intensificador de este trastorno.
Al ver sus publicaciones, fotos y actividades, los pensamientos sobre estas personas se refuerzan y perpetúan, haciendo aún más difícil para el individuo escapar de su obsesión. Esto termina por provocar celos, un aumento de la inseguridad, exacerbar cambios de humor y manifestar aún más la angustia emocional.
Limerencia: ¿Cómo puede terminar afectando mi vida emocional?
La limerencia, puede tener un impacto profundo y negativo en la vida emocional y mental de una persona. Reconocer estos efectos y adoptar estrategias para manejarlos puede ser crucial para superar la limerencia y restaurar el bienestar emocional.
Cuando el sentimiento no es recíproco, la persona afectada experimenta una ansiedad considerable. Esta obsesión mental puede interferir con la capacidad de concentrarse en otras actividades y responsabilidades diarias, causando una distracción constante y agobiante.
Éste trastorno puede llevar también a una profunda sensación de soledad, lo que puede empeorar si la persona se siente incapaz de compartir sus sentimientos con otros. Incluso, sentirse aislado aumenta el miedo a ser incomprendido o juzgada.
Es importante destacar, que la limerencia puede comenzar en una relación de pareja ya establecida, como con alguien que ni siquiera es conocido.
“La limerencia puede influir de manera importante en la vida emocional de las personas, ya que puede provocar y una percepción distorsionada de la realidad” comenta la Licenciada Castillo. Al idealizar, la persona puede terminar interpretando erróneamente las señales y comportamientos del otro, alimentando falsas esperanzas de reciprocidad; viendo significados donde no los hay.
¿Existe algún tratamiento? Desde el Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende sede Cerro se explica que “al ser un trastorno psicológico, una vez que es detectado es necesario acudir a un profesional capacitado y seguir sus indicaciones. Según la misma Licenciada Castillo, junto al paciente, se trabaja en:
- El reconocimiento de lo atípico y perturbador de su comportamiento: éste reconocimiento permite la búsqueda de ayuda, la implementación de estrategias de manejo y la restauración del equilibrio emocional.
- Reconocer pensamientos obsesivos y recurrentes.
- Control de las emociones.
- La conciencia de uno mismo.
- Separación emocional.
- Poner foco en el crecimiento individual.
“Si bien en sí la limerencia es un “estado” del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), los pacientes que padecen TOC requieren un abordaje interdisciplinario y entre ellos un tratamiento psiquiátrico” evalúa la Licenciada Castillo.
El tratamiento para casos de este estilo deriva con un psiquiatra, el cuál evaluará la mejor opción terapéutica”.
Licenciada Silvina Castillo, Jefe del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende sede Cerro.
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