De ahora en adelante sólo podrán acceder a su jubilación las personas que cuenten con 30 años de aportes
Llega a su fin la posibilidad de acceder a la jubilación a través del beneficio de una moratoria, lo que genera preocupación ante un sistema previsional en crisis. Actualmente, nueve de cada diez jubilaciones nuevas se han otorgado bajo este régimen. Sin embargo, expertos advierten que, tras el vencimiento de la moratoria y sin una prórroga en marcha, solo una minoría podrá acceder al beneficio jubilatorio.
De ahora en adelante, quienes no cuenten con los años aportados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) solo podrán acceder a la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM) al cumplir 65 años, sin distinción de género. Este beneficio equivale al 80% del haber mínimo, no incluye pensión por viudez y está condicionado a la demostración de vulnerabilidad social, independientemente de los años de aportes realizados.
El abogado Pablo Puccini, en diálogo con Puntal, explicó las consecuencias de esta medida: “Se estima que después de marzo va a haber menos del 60% de jubilados en forma mensual. Quienes resultan más perjudicadas son las mujeres, de esto no hay duda, en virtud de que en muchos casos, al no contar con 30 años de aportes, no se pueden jubilar a los 60 años y en todo caso pueden acogerse al beneficio de PUAM, pero a los 65 años. Con la creación de las moratorias, se intentó subsanar la situación de injusticia que había con respecto a las mujeres y reconocer el trabajo doméstico, ya que, en la mayoría de los casos, era la mujer quien realizaba las tareas de limpieza del hogar y cuidado de niños y niñas para que el hombre se desarrollara laboralmente”.
Según distintas investigaciones en Argentina, las mujeres realizan el 75 por ciento de los trabajos domésticos y de cuidados y les dedican el doble de tiempo que los varones a estas tareas. Por eso tienen tasas más bajas de actividad, formalidad, menores salarios y mayores niveles de desocupación. Las desigualdades en el mercado laboral producen que sólo el 11 por ciento de las mujeres de entre 55 y 59 años cuenten con más de 20 años de aportes.
Por otro lado, el trabajo en negro, que superaría el 30%, y la inestabilidad laboral en las últimas décadas explican las dificultades de la población para acceder a un haber previsional.
“Tenemos muchas consultas de personas que estarían con edad de jubilarse después de marzo y que por no tener los 30 años de aportes no podrán hacerlo. Creo que el impacto se va a sentir, porque además del haber jubilatorio que se percibe, también se cuenta con una obra social, y teniendo en cuenta lo que cuesta en la actualidad una prepaga, el perjuicio es grande”, consideró Puccini y además recomendó: “Aconsejo que las personas en edad jubilatoria se acerquen a un profesional para ver su situación concreta, porque cada caso es diferente. Siempre es importante empezar a ocuparse de los trámites de jubilación un tiempo antes”.
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