Estafas usando mercado libre y la compra segura

Entre las herramientas para evitar caer en una estafa, saber informarse es una de las principales y más efectivas: cuántas familias se habrían ahorrado un problema de saber que los bancos no llaman para pedir datos de acceso a las cuentas personales.

Para una ONG mendocina, sin embargo, la herramienta más útil parece ser tomar el camino más largo y peligroso: caer en la estafa y, una vez embaucado, iniciar un reclamo judicial.

Esto ocurrió en un grupo de Facebook de dicha organización donde distintos consumidores buscan asesorarse ante problemas que van surgiendo en sus transacciones. Puntualmente, un usuario compartió un problema que estaba teniendo con Mercado Libre.

Cómo es la estafa con los plazos de espera que se utiliza en MercadoLibre

La maniobra que utilizan los estafadores aprovecha una cláusula legal de la plataforma cuando se trata de una compra protegida, denominada “Compra Segura”. Allí ofrecen, por ejemplo, un electrodoméstico a un precio conveniente, con la advertencia de que el envío tendrá demoras (por distintas excusas que varían según la publicación).

Cuando el comprador realiza el pago, confiado en que la compra está protegida, tiene 30 días para pedir que se cancele la transacción si no recibe el pedido o llega en mal estado, según las condiciones que plantea la plataforma.

Pero una vez transcurrido ese plazo (el que suelen indicar los estafadores), a la hora de reclamar, Mercado Libre le advierte que ya transcurrió el tiempo de cobertura para notificar que no se recibió el producto. Es tarde para reclamar.

Es un golpe efectivo: se promete una compra segura a bajo precio, pero se le advierte al comprador que recibirá el producto en una fecha por fuera de esa protección (que muchas veces se desconoce), para después repetir con otros incautos. En las redes, abundan denuncias de este tipo.

La insólita respuesta de una ONG al advertir esta maniobra

El comprador de este caso advirtió que estaba ocurriendo algo sospechoso y decidió consultar sus opciones. Se trataba de estructuras de sillas que había pagado hacía 27 días y el vendedor había desaparecido.

Mientras que la respuesta general era advertirle sobre las estafas que operan jugando con las fechas, desde la ONG involucrada consideraron una opción que no beneficiaba a nadie: insistir en que el vendedor, muy probablemente inexistente, cumpliera con la entrega del pedido.

En caso de que el producto no se entregara, una vez que el cliente hubiese perdido el dinero, se debía proceder con el envío de un formulario reclamando que no correspondía al consumidor cancelar la compra.

Acto seguido, ante la advertencia de los demás usuarios sobre el mecanismo con el que funciona esta estafa, desde la ONG decidieron desactivar los comentarios para que no se pudiera advertir más allá de la “solución” que le brindaron ellos.