Noticias

domingo, 27 de octubre de 2024

Héctor Jabornicky, el polémico abogado que litiga con la matrícula cancelada por el STJ

Es posadeño, tiene 52 años y causas en el Colegio de Abogados desde 2001. En 2021 el Superior Tribunal de Justicia ratificó su suspensión para ejercer su profesión. Pero se presenta en despachos judiciales y dependencias de la Policía como un letrado activo.



No son pocas las denuncias presentadas ante el Colegio de Abogados de Misiones (CADEMIS) que lo señalan como un letrado que engañó a sus clientes, cobró honorarios y las causas que prometió iniciar en los fueros Civil y Penal de la Justicia misionera, o no avanzaron o directamente no se iniciaron. O aún más graves, sus maniobras le provocaron pérdidas de bienes familiares a trabajadores de escasos recursos.


El posadeño con estudio jurídico en el barrio Rocamora, Héctor Alejandro Jabornicky, tiene 52 años y las cifras de su palmarés profesional lo resaltan como un abogado que trajina pasillos judiciales y dependencias policiales con catorce expedientes con sanciones en el Tribunal de Disciplina del CADEMIS.



Desde el 2001, se registran antecedentes por mal desempeño. Incluso en causas que se judicializaron y llegaron a los estrados, como el del Tribunal Penal 1 de la Primera Circunscripción Judicial, donde fue denunciado por obstaculizar el curso de la Justicia.


Entre las violaciones al Código de Ética del CADEMIS, también se lo investigó y sancionó por cobrar anticipos de dinero a detenidos por robo calificado y no presentarse ante el juzgado respectivo a responder por la defensa del imputado.


De acuerdo a la información oficial que PRIMERA EDICIÓN logró acceder, y considerada de carácter pública por hechos juzgados, citar nombres y causas que involucran a Jabornicky respecto a su desempeño, superaría el espacio disponible para cualquier medio de comunicación.


Entre los primeros apercibimientos públicos que fue notificado, se destaca una denuncia de una mujer que le otorgó un poder general para dos trámites judiciales por los que cobró adelanto y tres cuotas en efectivo por sus “honorarios”. A su clienta, para que no quiebre la confianza depositada le dio copias con actuaciones y sendos números de expedientes y juzgados, pero cuando la mujer fue a cotejarlos frente a la sospecha de inacción, confirmó que los expedientes no existían.


En su derecho, el abogado sancionado apeló la sanción del Tribunal de Disciplina (TD) y finalmente el STJ la ratificó en noviembre de 2004.


 




 


Pero también registra apercibimientos privados. Un colega lo denunció por violar el Código de Ética en 2001 y dos años después el TD lo sancionó. La queja de Jabornicky fue rechazada al año siguiente, en septiembre de 2004 por el STJ.


La primera suspensión de la matrícula para Jabornicky llegó en noviembre de 2005 y vinculada a un expediente en un juzgado Civil y Comercial de Posadas por un siniestro vial de una empresa de transporte urbano de pasajeros. Fue denunciado por no comunicar el acuerdo transaccional que celebró por un siniestro vial, causa en la que representó a la víctima y a la que solo le entregó una cuota de 900 pesos. El resto del acuerdo para evitar el juicio civil jamás fue percibido por la denunciante. En 2006 el STJ, una vez más, ratificó la sanción del TD del CADEMIS.


La lista continúa con otra sanción en 2012 de seis meses de suspensión por retener documentación de un cliente. Este hecho fue denunciado en la Justicia Penal y la intervención del STJ confirmó la suspensión de matrícula.


En síntesis: lo denunciaron catorce clientes ante el Tribunal de Disciplina entre 2001 y 2021. En total fueron 18 los abogados que analizaron sus acusaciones durante seis conformaciones del TD. Sin olvidar, los cuerpos del Superior Tribunal de Justicia.


 


Colisión con la ética

Como lo dijo una de sus denunciantes ante la consulta de este Diario: “A Jabornicky no le importa nada, dejar gente en la calle, con mi padre perdimos una chacra de 25 hectáreas en el interior y un terreno por confiar en que iba a hacer la sucesión de bienes como correspondía. Nunca cumplió con ni un trámite, fui al Juzgado Civil y confirmé que no había hecho nada y durante dos años nos cobró cuotas de honorarios mensuales de 30 mil y 12 mil pesos, y hablo del año 2008, lo denuncié por la estafa, fui al Colegio de Abogados”.


El jueves 22 de abril de 2021, Héctor Jabornicky fue notificado de la cancelación de su matrícula. Con la firma del ministro Cristian Marcelo Benítez, el Superior Tribunal de Justicia rechazó su apelación al último fallo del TD del CADEMIS: “Por violación de los artículos 1, 2, 5, 6 y 33 del Código de Ética”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario