Para Ana Natacha Romano, las críticas que le llegan por parte de sus colegas del mundo jurídico no son más que comentarios "envidiosos" y "sin justificación". Su trabajo como abogada de la supuesta víctima de abuso sexual de los rugbiers franceses quedó en tela de juicio por varias vueltas que dio la causa, por lo que salió a aclarar cada rumor sobre ella y su relación con la denunciante.
Se apuntó a que armó un negocio y, por lo tanto, la denuncia es falsa. Esto descansa en los últimos audios que salieron a la luz, donde se escucha a la mujer de 39 años hablarle a una amiga suya sobre el encuentro con los muchachos: “Loca, gracias por el aguante, por todo. Conocí a un rugbier francés altísimo, el chabón re lindo y llegué a mi casa a las 9 am. O sea, te debo la vida, me hiciste el aguante de dejarme acá en mi casa. Siempre la misma historia, una vez que salgo, aproveché”.
"Lamento el manoseo a la causa", disparó la letrada en diálogo con MDZ, aludiendo a que se la critica para sacar el foco del caso por abuso. Y sumó: "Respeto a la mujer que se animó a denunciar. Ella jamás tuvo tiempo de 'armar' nada, ya que denunció a las pocas horas de sufrir hechos tan aberrantes". En base a sus palabras, quedó acreditado que la víctima no sabía quiénes eran los jugadores Oscar Jégou y Hugo Araudou, hasta que fueron al Hotel Diplomatic, donde aparentemente se habría perpetrado la violación.
Apuntó entonces contra el defensor de los imputados, Rafael Cúneo Libarona, hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona. Este, según dijo, la habría "ninguneado" a Natacha, y luego habría revelado el apellido de la denunciante, lo que generó un gran revuelo en su familia y miedo en torno a su integridad física.
Tensiones con un estudio jurídico
Recibida de la Universidad Marcelino Champagnat, se ha hablado mucho sobre su paso por el estudio jurídico Gambi, Festa, Lauzon, a quienes, en base a los relatos, "les hizo una trampa" y se fue en malos términos. "Mi salida fue en un elefante blanco porque inauguré mi estudio propio, y ellos aún no lo superan. Cuando me suelten, ese odio, envidia y palabrerío, seguro amengua", se defendió la abogada, y disparó: "Les molestó mi crecimiento profesional". Las tensiones, en rigor, se tejieron entre Gambi y Festa con Romano, pues al día de hoy ella sigue trabajando por su cuenta con Lauzon.
Los conflictos entre las partes han escalado a tal punto que Natacha le puso un "bozal legal" a Festa, bajo le cual le prohíbe nombrar, aludir, referir o de cualquier modo mencionar, de forma directa o indirecta, por cualquier medio, de comunicación así como en reuniones, grupos de persona, cualquier comentario, dato, imagen o noticia que refiere a su persona.
"En definitiva, yo no me fui en malos términos. Los que quedaron en malos términos fueron ellos. Yo me fui, inauguré mi estudio propio con 40 años de edad y no lo superaron. Justo tenemos el estudio en frente. Todos los días de su vida se van a acordar y no quieren soltar", sumó Romano.
Su relación con la denunciante de los rugbiers franceses
Por otro lado, entre los pasillos de los Tribunales mendocinos reconocieron que no la conocían demasiado antes de la famosa causa que se abrió contra los jugadores de rugby de Francia, pero que sus métodos no eran del todo "limpios". De hecho, como es abogada especializada en derecho de Familia, la principal sospecha de cómo llegó a este caso apunta a que es amiga de la denunciante.
La letrada negó esto rotundamente: "No es mi amiga. Ella vivió en Buenos Aires, en convivencia con el padre de sus hijos al menos 15 años, y cuando se separa se muda a Mendoza". Entre marzo y abril de este año la hoy denunciante solicitó de los servicios de su estudio para terminar su separación, bajo recomendación de su hermano y padre (también letrados). "Si fuese mi amiga, seguramente no le cobraría", añadió.
Entre los rumores que corren por la provincia, uno de ellos apunta a que durante la noche de la supuesta violación Natacha también habría estado en el boliche Wabi, donde la presunta víctima conoció a los jugadores. La abogada también rechazó esta versión, pues ella tiene "otro estilo de vida" y, según explicó, aquella madrugada permaneció con sus hijos en su casa, ubicada en un barrio privado, donde las cámaras del lugar son prueba de ello.
Además, la doctora reveló un mensaje que le habría enviado uno de los hermanos de la víctima: "Natacha, esto me ha puesto muy mal, no puedo borrar las imágenes que (la víctima) me comenta, no quiero escuchar que me lo diga. Me pone mal, no logro sacar imágenes de la agresión. Quiero que sepas que tanto ella como yo confiamos en vos, en todo lo que haces", escribió. En este sentido, le habría pedido que no influya en su labor "lo que piensen su padre y su otro hermano", ambos abogados también.
Los audios que complicaron la causa: "Se sacaron de contexto"
Los audios que se difundieron de la mujer de 39 años generaron una lluvia de dudas sobre su testimonio y hoy los imputados se encuentran en libertad luego de un mes de detención. Romano insistió en que no hay ningún giro de la causa y los mensajes de voz fueron sacados de contexto, pues su destinataria estaba bajo los efectos del alcohol y estupefacientes cuando los envió.
"Sí es verdad que para la familia de la denunciante y presunta víctima hay corrupción y parcialidad en los fiscales", indicó. Además, señaló: "Los audios viralizados los acompañó la querella (es decir, la propia víctima) y el titular de la acción no los quiere tomar en el contexto que corresponde sin perspectiva alguna". Es decir, la misma denunciante habría entregado esos audios que compartió con su amiga aquella noche y que ponen en tela de juicio su versión.
También se puso en duda los golpes que la víctima presentaba luego del encuentro sexual con los jugadores. "Es violencia, ahorcamiento, cachetadas. Muy salvaje. Están los exámenes físicos, se hicieron en el cuerpo forense de la morgue, hay mucha prueba genética, mucha violencia de género", explicó tiempo atrás a este medio la doctora. Un informe médico forense constató varias lesiones en sus pechos, glúteos y piernas, además de cinco escoriaciones en el omóplato izquierdo; no obstante, no coincidirían con signos de violación.
Libarona, defensor de los rugbiers, había hablado de que hubo "sexo violento consentido" aquella noche. Apuntó a que los golpes que tenía la denunciante se debían a tratamientos estéticos o extracciones que le hizo el dentista, a lo que la doctora explicó que se constató que no era así. También se dijo que era propensa a generar hematomas por su sensibilidad en la piel, lo cual tampoco se habría corroborado. Romano insistió, entonces, en que las lesiones de su clienta no condicen con actos de sadomasoquismo.
La familia de Romano
Nacida un 24 de noviembre, Natacha es hija de un empresario textil y madre. También rompió el silencio acerca de las acusaciones hacia su hermano, asegurando que no tiene denuncias por violencia y, muy por el contrario, mantiene la custodia de todos sus hijos. Además, estuvo casada con Federico Porretta, un experto bodeguero, "eterno laburante, con buenos cimientos por su padre fallecido Juan Porretta, con una enorme cultura de trabajo", según describe ella misma; el hermano de él es el empresario de la constructora CEOSA, Fernando Porretta.
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