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miércoles, 10 de julio de 2024

Llevo 15 años usando Mac y iPad. Esta es mi experiencia con la Surface Pro 11

Dos semanas con la Surface Pro 11, de la primera oleada de Copilot+, a ojos de un empadronado en el ecosistema de Apple

Me pasé a Mac en 2009 y comencé a usar el iPad en 2011. Durante este tiempo ellos han sido mis compañeros de trabajo y de ocio. El MacBook es mi compañero para escribir, locutar, editar fotos, de todo. El iPad, de forma intermitente, ocupa el nicho de consumo multimedia en movilidad.

Llevo mucho tiempo viendo con mucho interés la Surface Pro de Microsoft. Sobre el papel, combina lo mejor de esos dos mundos: la versatilidad de una tablet como el iPad Pro y la potencia y funcionalidad completa de un MacBook. Pero con Windows. Un concepto bestial que se terminó de redondear cuando vi la Surface Pro 11 con Copilot+. Y me dije: ¿Y si...?

Estas han sido mis dos semanas con la nueva bestia de Microsoft, un equipo fascinante, con muchas luces y también con algunas sombras.


Fuente: https://www.xataka.com/analisis/microsoft-surface-pro-11-analisis-caracteristicas-precio-especificaciones

Este diseño

Lo primero que llama la atención al sacarla de la caja es su diseño. El azul zafiro de mi unidad de review no es mi color favorito, pero la construcción es elegante, sólida, ni un 'pero'. 9,3 mm de grosor, 895 gramos de peso.

El icónico kickstand sigue presente y funciona perfecto, llevo tiempo pensando que es una solución óptima que me gustaría ver en los iPad Pro. Aporta versatilidad discreta. Quizás no es ideal para el regazo, pero me parece la mejor solución todoterreno.
Imagen: Xataka.
Imagen: Xataka.

La pantalla OLED de 13 pulgadas es espectacular, sus colores y sobre todo su negro profundo deja en evidencia a cualquier otro panel LCD que hayamos probado antes en un portátil o una tablet. La resolución de 2880 x 1920 aporta una nitidez más que satisfactoria, y el brillo de hasta 564 nits (en SDR, en HDR sube hasta 747) la hace visible incluso cuando el Sol atraviesa la ventana. Y el refresco adaptativo de hasta 120 hz ayuda a aumentar la sensación de fluidez.

El teclado merece una mención especial. Aporta una experiencia de escritura sorprendentemente buena para un accesorio tan fino. El recorrido de las teclas es adecuado y el tacto es agradable. El Magic Keyboard del iPad Pro también cumple muy bien, pero es más grueso y pesado.
Imagen: Xataka.
Imagen: Xataka.

En ese teclado está incluido el trackpad con feedback háptico, que funciona de maravilla, con un clic satisfactorio y gestos multitáctiles precisos. Poder separar el teclado de la pantalla y usarlo hasta de forma inalámbrica para cuando queremos alejar la pantalla en el escritorio subraya aún más una palabra clave de esta Surface Pro: versatilidad.

El Slim Pen 2 se guarda y carga magnéticamente en la parte superior del teclado, pudiendo mantenerlo a la vista con el teclado plano u ocultarlo colocándolo levemente inclinado. Una solución perfecta. La adherencia magnética del Apple Pencil al iPad Pro es elegante, pero poder dejar de ver el lápiz es aún mejor.
Imagen: Xataka.

Este Slim Pen 2 funciona bien para tomar notas o hacer bocetos rápidos, con baja latencia y 4.096 niveles de presión. Sin embargo, se queda algo corto en precisión y opciones avanzadas en comparación con los últimos Apple Pencil.
Rendimiento y potencia

En cuanto al rendimiento, el nuevo chip Snapdragon X Elite se comporta realmente bien en la mayoría de tareas. La navegación web es fluida incluso con más de veinte pestañas abiertas, las aplicaciones de creación funcionan sin problemas y en general el sistema se siente ágil.

En los benchmarks, este chip mostró un rendimiento impresionante en tareas multicore, superando incluso al M3 de Apple en algunos aspectos. Sin embargo, en tareas single-core y especialmente en rendimiento gráfico, el chip de Apple sigue teniendo ventaja pese a haberse lanzado en otoño de 2023.

Esto se traduce en que la mayoría de tareas cotidianas, como navegación web, ofimática, edición de fotos o reproducción de vídeo, la Surface Pro 11 ofrece un rendimiento excelente. Eso sí, no llega al nivel de potencia bruta de los M3 de Apple en tareas más exigentes como edición de vídeo 4K, renderizado 3D o juegos.

Un aspecto crucial es la compatibilidad de aplicaciones. Si bien la mayoría de programas populares ya tienen versiones nativas para ARM o funcionan bien mediante emulación, hay algunas ausencias notables. Por ejemplo, DaVinci Resolve o Blender, aplicaciones estándar para la edición de vídeo, no están.

EN XATAKAParecía que en 2024 Windows y macOS se iban a inundar de funciones de IA. Lo único que tenemos son migajas

Tampoco todas las aplicaciones nativas para ARM ofrecen el mismo rendimiento que sus homólogas x86. Photoshop, por ejemplo, funciona con fluidez, pero noté cierta lentitud al usar algunas herramientas avanzadas en comparación a mi experiencia con ellas en mi MacBook Pro (de 2021).

Es de esperar que esto vaya mejorando con el tiempo, según los desarrolladores optimicen sus aplicaciones, pero es algo que sobre todo el usuario profesional necesita tener en cuenta.
La IA de Copilot+

La gran promesa de la Surface Pro 11 viene en el sello Copilot+ que acaba de estrenar Microsoft. Es el conjunto de funciones de IA de la mano del NPU integrado en el Snapdragon X Elite. Probar estas funciones me ha dejado una sensación agridulce.

Algunas características, como el desenfoque del fondo en las videollamadas, la mejora automática de la iluminación o el seguimiento de la mirada funcionan muy bien, aunque este último agranda artificialmente los ojos y transmite una sensación algo extraña. La transcripción y traducción en tiempo real de audio también impresiona, aunque no son perfectas.
Aquí estaba mirando hacia la parte inferior de la pantalla y la función 'Contacto visual' estaba desactivada. Imagen: Xataka.
Aquí activé la función 'Contacto Visual' mirando hacia el mismo punto, en la zona inferior de la pantalla. La vista cambió de dirección gracias al efecto aplicado, pero hay algo extraño en mi mirada, no termina de sentirse natural. Imagen: Xataka.

Otras funciones como la generación de imágenes en Paint (Cocreador) o los filtros creativos para fotos parece limitadas en comparación con lo que pueden hacer varios servicios en la nube. Las imágenes generadas son de baja calidad y poco útiles. Superada la curiosidad inicial no sentí ganas de volver a ellas. Quizás en el futuro sean más funcionales, de momento no.

La función Recuerdos ('Recall') prometía ser una de las estrellas de Copilot+. Tenía ganas de algo así, nativo, desde que probé la aplicación 'Rewind' en mi Mac, pero no he podido probarla ya que Microsoft pospuso su llegada por cuestiones de seguridad. Veremos.

En general, el potencial de las capacidades de IA está ahí, pero por ahora difícilmente justifica la compra del equipo. Eso sí, será interesante ver su evolución.

Ante todo, versatilidad

Donde más brilla la Surface Pro es en su versatilidad. No es algo nuevo, pero quien nunca haya tenido un convertible, como es mi caso, se fascina con este aspecto. Poder usarla como una tablet para leer o ver películas y series, y luego conectar el teclado para trabajar como con un portátil convencional, con un sistema operativo completo de escritorio (¿has oído eso, iPad Pro?) simplemente enamora.

Windows 11 se adapta bien a ambos modos de uso, aunque echo en falta algunas optimizaciones para el uso táctil que sí tiene iPadOS.
Por favor, omitan lo de mi nombre de usuario. Es mi gamertag de Xbox. Imagen: Xataka.

La cámara frontal, 1440p, ofrece una calidad excelente para las videollamadas, superando con creces a la de mi iPad o la de mi MacBook Pro. Y la calidad del sonido ha sido sorprendente. Los altavoces suenan potentes y nítidos, más que sobrados para ver una película o escuchar música. No arruinan la experiencia.

La multitarea en Windows 11 es también muy superior a la de iPadOS. Poder tener varias ventanas abiertas, usar aplicaciones en segundo plano o conectar monitores externos libres de limitaciones marca la diferencia en productividad.
Batería, ecosistema, accesorios

Mención positiva también para la batería. No brilla en comparación a un MacBook con Apple Silicon, pero cumple bien con entre 10 y 12 horas de uso real. Ya es más que la mayoría de ultraportátiles Windows con Intel, el salto que más importa.

También importa mencionar que la autonomía varía bastante en función del tipo de aplicaciones que usemos. Las nativas para ARM consumen mucha menos batería que las que se ejecutan mediante emulación. Y las funciones de IA, usadas intensivamente, también se beben la batería a marchas forzadas.
Imagen: Xataka.
Imagen: Xataka.

Lo bueno es que la carga rápida permite recuperarla en poco tiempo, carga hasta el 80% aproximadamente en poco más de una hora.

El Slim Pen 2 y el teclado son fantásticos, sobre todo el teclado, pero echo de menos más opciones en cuanto a fundas o docks, además de un lápiz más preciso y completo para el tipo de usuario que lo requiere. El Apple Pencil Pro es bastante mejor y es el tipo de producto que buscan los profesionales de la ilustración y similares.
Hablemos de cuartos

Y vamos llegando al final. Lo que marca lo atractivo que sea o no un producto es en buena medida su precio. La configuración que he probado es la del X Elite, 16 GB de RAM, 512 GB de SSD y pantalla OLED. Cuesta 1.799 euros. Y quedan por sumar 309 euros del teclado y el lápiz. Si renunciamos a este último podemos bajar la factura.

Es dinero, pero no me parece caro para esta configuración, y sobre todo para (me van a permitir que insista) su versatilidad. Es gama alta y mata dos pájaros de un tiro.

Si lo comparamos con un iPad Pro de 13", sumando tablet de almacenamiento equivalente y accesorios, nos movemos en aguas muy similares, rozando los 2.000 euros, pero sin un sistema operativo de escritorio. Esta opción tiene muchas cosas buenas, empezando por una App Store mucho mejor que la Microsoft Store, pero iPadOS es una rémora mientras que Windows es una apuesta total.
En resumen...

La Surface Pro 11 es fascinante y deja ver el potencial de Windows en ARM. Su combinación de portabilidad, potencia y versatilidad la convierten en una opción muy atractiva para usuarios que busquen un equipo todoterreno.

Sus puntos fuertes son un diseño y una construcción excelentes, la espectacular pantalla OLED, el rendimiento del Snapdragon X Elite en la mayoría de tareas cotidianas, la versatilidad de uso y una autonomía competitiva, aunque no la mejor.
Minipunto para la Surface Pro: su SSD es accesible y reemplazable sin necesidad siquiera de un destornillador, basta con empujar la tapa para dejarlo al descubierto. Imagen: Xataka.

En el lado negativo, las limitaciones de compatibilidad con algunas aplicaciones, un ecosistema de accesorios algo limitado y unas capacidades de IA que son tan prometedoras como inmaduras.

Para quienes vienen del mundo Windows y buscan un 2 en 1 premium, la Surface Pro 11 es posiblemente la mejor opción del mercado. Ofrece lo mejor de tablet y portátil en un solo equipo con pocas concesiones.

Para quienes vienen del mundo Mac / iPad como yo, puede ser una opción interesante, pero hay que estudiarla bien. Las limitaciones de compatibilidad entre ecosistemas y la falta de integración con dispositivos de Apple (no ofrece el mirroring y las funciones que sí integra para los móviles Android, por ejemplo) son obstáculos.

Si esos obstáculos desaparecieran en un mundo ideal, alegremente vendería mi Mac y mi iPad para abrazar fuerte esta Surface Pro 11. Mientras tanto, la voy a echar de menos.

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