La navaja de Ockham (a veces escrito Occam u Ockam), principio de economÃa o principio de parsimonia (lex parsimoniae) es un principio metodológico y filosófico atribuido al fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable».
Esto implica que, cuando dos teorÃas en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teorÃa más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja
Origen del término
La denominación de navaja de Ockham apareció en el siglo XVI, y con ella se expresaba que mediante ese principio, Ockham «afeitaba como una navaja las barbas de Platón», ya que de su aplicación se obtenÃa una notable simplicidad ontológica, por contraposición a la filosofÃa platónica que «llenaba» su ontologÃa de entidades (además de los entes fÃsicos, Platón admitÃa los entes matemáticos y las ideas).
Desde una perspectiva ontológica, pues, la aplicación de este principio permitió a Ockham eliminar muchas entidades, a las que declaró innecesarias.
De esta manera se enfrentó a muchas tesis sustentadas por la escolástica y, en especial, rechazó la existencia de las especies sensibles o inteligibles como intermediarias en el proceso del conocimiento, y rechazó también el principio de individuación, al que calificó de especulación vacÃa e innecesaria.
Individuación, principio de individuación o proceso de individuación es definido desde la psicologÃa analÃtica de Carl Gustav Jung como: aquel proceso que engendra un individuo psicológico, es decir, una unidad aparte, indivisible, un Todo
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