Durante mucho tiempo algunos Estados caribeños han puesto en marcha programas para otorgar su "ciudadanía por inversión" y complementar así la moneda de cambio que obtenían gracias al turismo. Con sus hoteles y playas —ahora casi vacías—, este negocio poco convencional ha adquirido repentinamente una importancia mucho mayor.
¿Cuáles son las opciones de inversión?
La Federación de San Cristóbal y Nieves, nación montañosa de 53.000 habitantes, fue una de las primeras en reducir los precios de sus pasaportes. Hasta finales de 2020 los extranjeros pueden utilizar una oferta especial: alcanzar la ciudadanía para una familia de cuatro personas invirtiendo unos u$s150.000 en el llamado Fondo de Crecimiento Sostenible.Esta suma representa un descuento del 23% sobre el precio normal de 195.000 dólares que ese país ha cobrado por ofertas parecidas antes del inicio de la pandemia.
"En estos días de COVID-19, cuando no hay turismo, tenemos que encontrar maneras para generar ingresos que sostengan nuestra economía", declaró Les Khan, director general de la Unidad de Inversión Ciudadana de San Cristóbal y Nieves.Los Estados como Santa Lucía, Granada, Antigua y Barbuda y Dominica también han cambiado las condiciones de iniciativas similares para poder atraer a más clientes. Algunas de estas naciones caribeñas ofrecen la ciudadanía por tan solo 100.000 dólares.
"Los clientes ven en estas opciones herramientas de gestión de volatilidad o de riesgos", señaló Paddy Blewer, director de la consultoría Henley & Partners, que ofrece asesoramiento en materia de ciudadanía y residencia y tiene su sede en Londres.
Santa Lucía, por ejemplo, permite a los extranjeros comprar sus bonos a cinco años y sin intereses a cambio de la ciudadanía. En mayo, este país redujo a la mitad la inversión requerida para este tipo de compra, hasta situarla en 250.000 dólares para un individuo o en 300.000 dólares para una familia de cuatro personas. La oferta expira a finales del 2020.
En el marco de ese programa la nación ha concedido pasaportes a unos 700 ciudadanos extranjeros desde el 2015, señaló Néstor Alfred, director general del Programa de Ciudadanía por Inversión de Santa Lucía.
A su vez, Antigua y Barbuda ofrecen la ciudadanía para una familia de cuatro personas a cambio de una donación de 100.000 dólares a un fondo de desarrollo. El Gobierno de ese país recientemente redujo la inversión requerida por agregar a más niños en el acuerdo.
¿Quiénes compran la ciudadanía de los Estados caribeños?
Las consecuencias causadas por la expansión de la pandemia han impulsado la demanda de segundo pasaporte, enfatizó Paddy Blewer. Esta tendencia se debió a que los Gobiernos europeos y las autoridades de otros Estados habían impuesto las restricciones al movimiento de personas sin visados, como las que proceden de EEUU.Durante la pandemia, la Unidad de Inversión Ciudadana de San Cristóbal y Nieves ha registrado un aumento de interés por parte de los clientes procedentes de China y de Oriente Medio. La compra de su pasaporte permite a los ciudadanos de más de 100 países del mundo viajar a este país sin la necesidad de solicitar un visado. Los extranjeros también pueden adquirirlo invirtiendo sus recursos en bienes inmuebles.
¿Qué críticas recibe la venta de pasaportes?
La industria del segundo pasaporte ha sido objeto de duras críticas por parte de las autoridades estadounidenses.En 2019 el Departamento de Estado criticó a Dominica por su "negligencia" en la diligencia que mostró a la hora de aprobar solicitudes de ciudadanía. En 2014, el Departamento del Tesoro de EEUU instó a que San Cristóbal y Nieves endureciesen la investigación de antecedentes de cualquier solicitante después de que unos ciudadanos iraníes utilizasen supuestamente su pasaporte para evitar las sanciones estadounidenses. Como resultado, el Gobierno de ese país caribeño adoptó un enfoque más estricto, señalando que los clientes de Irán y Afganistán no se podían beneficiar del respectivo programa.
A diferencia de los solicitantes de la ciudadanía de Malta y de Chipre, las personas que buscan adquirir la de los países caribeños no lo hacen para abandonar sus lugares de residencia, sino para alcanzar otros fines, remarcó Blewer en una entrevista concedida a la agencia Bloomberg.
La industria relacionada del comercio de pasaportes nacionales ha pasado a ser cada vez más competitiva en los últimos años, aseveró, a su vez, la experta Beatrice Gatti, de la consultoría CS Global Partners, que ayuda a sus clientes a utilizar los programas similares, indica Sputnik.
"En el pasado se ha registrado una tendencia a bajar los precios, pero los recortes actuales parecen ser temporales y relacionados con [la expansión del] COVID-19", concluyó.
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