El Gobierno uruguayo viene haciendo esfuerzos para atraer a extranjeros. En particular, a empresarios argentinos preocupados por la inseguridad jurÃdica en su paÃs. En la nación vecina apuntan a que inviertan e incluso se radiquen en ese territorio. Pero una mudanza mal planificada puede anular la posibilidad de todo ahorro impositivo.
Un decreto del Poder Ejecutivo de Uruguay flexibilizó dos condiciones a las ya muy benignas existentes para gestionar la residencia fiscal o impositiva, algo que miran las empresas albicelestes.
Hasta el momento, se obtiene la Residencia Fiscal por Inversiones, cuando una persona radica en el paÃs vecino la base de sus intereses económicos. Esto se entiende cuando posee una de las siguientes inversiones en el paÃs vecino:
- - En bienes inmuebles, antes se requerÃa un valor superior a u$s1,6 millones, pero ahora esa cifra bajó a la cuarta parte, ya que se aceptará que esos inmuebles adquiridos a partir del 1 de julio de 2020 tengan un valor de u$s380.000
- - En forma directa o indirectamente en una empresa: antes el monto ascendÃa a u$s4,8 millones. A partir del 1 de julio también se reduce cuatro veces: a u$s1,6 millones, siempre que genere al menos 15 puestos de trabajo directos en relación de dependencia, a tiempo completo, durante el año civil
Además, Uruguay brinda a quien realiza la mudanza de la residencia fiscal una exoneración de impuestos durante un perÃodo importante de 5 años tanto a los Bienes Personales (en ese paÃs se llama Impuesto al Patrimonio), como asà también a las Rentas de las Personas.
La situación es tentadora para aquellos que tienen un buen poder adquisitivo y un patrimonio con bienes en el exterior, propiedades en las que además habitualmente veranean y a los que ya planifican seriamente mudar su centro de interés económico a ese paÃs.
La persona fÃsica deberá, además, haber permanecido un mÃnimo de 60 dÃas. Es decir, deberá reunir, durante el año civil, no menos de dos meses de presencia fÃsica efectiva en el paÃs".
Antes, ese plazo de permanencia era de 6 meses. Sin embargo, para que la AFIP acepte el cambio de residencia fiscal, todavÃa hay que vivir casi todo el año en el paÃs de destino.
Uruguay hoy está en boca de todos los argentinos ya que parece el paÃs más tentador en términos de beneficios económicos e impositivos, la baja conflictividad laboral, acceso libre al dólar, estabilidad financiera y de resguardo de valor. .
Se enumeran algunos de los grandes incentivos que el paÃs vecino otorga a los emprendedores:
- El Impuesto a las Ganancias se tributa sólo por las rentas obtenidas en Uruguay (no existe renta de fuente extranjera)
- Existen zonas francas libre de impuestos
- El Impuesto al Patrimonio se calcula deduciendo deudas y sólo sobre el aquel radicado en Uruguay
Además, remarcan que tampoco existen los impuestos sobre los Ingresos Brutos, al cheque, el impuesto PAIS ni retenciones a las exportaciones, entre otras ventajas.
Impuesto a la renta
En Uruguay existen dos gravámenes sobre la Renta:- Impuesto a la Renta de Actividades Económicas (IRAE): grava las utilidades de fuente uruguaya derivadas de actividades económicas. Están alcanzadas todas las sociedades y la tasa es del 12% al 25% dependiendo del nivel de ingresos
- Impuesto a la Renta de No Residentes (IRNR), que también recae sobre las rentas de fuente uruguaya obtenidas por personas fÃsicas y otras entidades no residentes, en tanto no actúen como establecimiento permanente
El IRNR lo pagan quienes no tienen residencia fiscal, ya sea que se trate de compañÃas o de individuos, sobre las rentas que se obtienen en el paÃs. La tasa es del 12%, con algunas excepciones en las que la alÃcuota es inferior.
Por ejemplo, cuando grava la distribución de dividendos de una compañÃa uruguaya a un empresario que sigue viviendo en Argentina, baja al 7%.
Pero en materia de servicios, como el desarrollo de software, los ingresos derivados de esa actividad no están gravados por el IRNR cuando no son prestados en Uruguay
Software: uno de los rubros más beneficiados para radicarse en Uruguay
En la medida que un no residente (en los papeles) emita facturas en Uruguay pero, en la realidad, preste todos sus servicios en el exterior, técnicamente no deberÃa pagarlo. Sin embargo, la DGI probablemente cuestione dicha práctica; la considerarÃa artificialSegún el tributarista uruguayo, si la startup no residente emite facturas en Uruguay, la DGI puede interpretar que sus servicios, aunque sea una parte de ellos, son prestados en territorio oriental y, en consecuencia, deberÃa pagar el IRNR. Conclusion: "no todo lo que brilla es oro"
Atención a los costos ocultos
Existen costos asociados al inicio de la actividad, su mantenimiento y a procedimientos y trámites administrativos. Por ello, debe estudiarse cuál es el monto mÃnimo que deberÃa generar una sociedad en Uruguay para que realmente sea beneficiosa la inversión.Se deben proyectar la facturación y los costos para analizar el tratamiento que se otorgará tanto en Uruguay como en Argentina en términos de gastos e impuestos. Por ejemplo, si el inversionista no continúa viviendo en el paÃs, sino que se muda a la otra orilla
De no estructurar correctamente el proyecto de inversión en Uruguay, podrÃan generarse altas erogaciones impositivas en Argentina, ya que la AFIP aplicarÃa la teorÃa de la renta mundial, que contrarrestarÃa la baja carga impositiva uruguaya.
Para una persona de nacionalidad argentina que no tiene intenciones de radicarse en la nación vecina sino que prefiere continuar residiendo en nuestro paÃs, el IRNR suena muy tentador.
Sin embargo, cuando ese esquema se analiza bajo la luz de la legislación argentina, la AFIP alcanzarÃa la renta generada en la nación charrúa, dado que el inversionista continúa manteniendo su residencia fiscal en suelo albiceleste y asà se termina anulando el menor costo impositivo.
Esto se debe a que el residente fiscal argentino deberá declarar ante la AFIP en el Impuesto a las Ganancias a los dividendos que distribuya la sociedad uruguaya; y en Bienes Personales a la tenencia de las acciones de la sociedad.
Podemos concluir que, bajo las normativas actuales entre ambos paÃses, será muy beneficioso desde el punto de vista tributario y financiero para las personas y sociedades que se radiquen en Uruguay y pierdan la residencia fiscal en Argentina
Aunque Uruguay facilite al infinito la residencia fiscal en su suelo, el argentino deberá demostrar ante la AFIP que el centro de sus intereses vitales personales y económicos se encuentra en el exterior porque, en caso contrario, el fisco argentino podrÃa iniciar una demanda por los ingresos y bienes de Uruguay no declarados en el paÃs.
Para el Impuesto a las Ganancias, las especialistas suponen en el caso que el 100% de lo facturado desde el paÃs vecino será considerado "Fuente Uruguaya" y aplicará el IRAE con una alÃcuota del 12%, dado que la facturación no supera los u$s460.000.
En el siguiente ejemplo, se muestran cómo una estructura en Uruguay no planificada puede significar caer en los mismos costos impositivos que hoy ya se tienen en Argentina:
En el ejemplo no se incluyó en el cálculo la incidencia del IVA dado que se trasladarÃa al cliente.
Para el Impuesto a las Ganancias, las especialistas suponen en el caso que el 100% de lo facturado desde el paÃs vecino será considerado "Fuente Uruguaya" y aplicará el IRAE con una alÃcuota del 12%, dado que la facturación no supera los u$s460.000.
Siempre se debe planificar el servicio, la venta, cómo se mostrará al fisco de ambos paÃses la renta generada, los costos y gastos de mantenimiento asociados a la inversión a realizar en Uruguay, para que la mudanza implique beneficios.
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