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domingo, 23 de marzo de 2025

Insólito argumento de un juez para absolver al acusado de un asalto a pesar de las pruebas de ADN

El juez Mateo Bermejo acaba de absolver a un joven en un juicio por asalto, en una polémica sentencia. Los hechos hablan por sí solos: tres hombres con barbijos roban en una agencia de autos en Guaymallén y golpean duramente al encargado. De allí se llevan una moto y una Hilux. Luego, con GPS se halla la camioneta y en el lugar del conductor hay un barbijo. El Registro de Huellas Genéticas confirma que el ADN le pertenece a un hombre con varios antecedentes penales. En el juicio, el juez Bermejo lo absuelve argumentando que esas pruebas eran insuficientes.



Traducido a la jerga policial: "Tenía actitudes de perro, se corroboró que tenía ADN de perro, pero para el juez no fue perro".


Tan ilógica resultó la sentencia que hizo estallar la bronca tanto en Casa de Gobierno como en el mismo Ministerio de Seguridad, por lo que calificaron como un exceso de garantismo.


La agencia de autos MyR fue asaltada el 1 de junio del 2023 por tres sujetos que usaban barbijos. Se robaron una camioneta Toyota Hilux que fue hallada minutos más tarde y en ella se encontró un barbijo que condujo al ADN de un sospechoso. Aun así, el juez decidió absolverlo.


La agencia de autos MyR fue asaltada el 1 de junio del 2023 por tres sujetos que usaban barbijos. Se robaron una camioneta Toyota Hilux que fue hallada minutos más tarde y en ella se encontró un barbijo que condujo al ADN de un sospechoso. Aun así, el juez decidió absolverlo.


El violento atraco que ocurrió en junio del 2023, llegó a juicio el mes pasado y hace días se conocieron los argumentos de la sentencia.


Irónicamente el acusado, Daniel Cadia Accinelli, que logró zafar de ir a la cárcel por ese asalto, fue condenado -por el mismo juez Bermejo- porque un mes después del hecho cayó detenido por una denuncia de violencia de género que radicó su pareja -a quien golpeó y le mordió la cabeza para impedirle salir de su casa-. En su historial delictivo cuenta con antecedentes de robos, asaltos y varias condenas que comenzaron en el 2010.


Sin embargo, como fue apresado en agosto del 2023, y recibió una condena de dos años, sólo estará tras las rejas unos meses más. Es que ya cumplió un año y medio detenido en San Felipe, por lo que en pocos meses estaría en condiciones de pedir la libertad condicional y salir del penal.



Pese a que zafó de ser condenado por asalto, Cadia si recibió una condena por violencia de género contra su pareja y lleva un año y medio alojado en el penal de San Felipe, aunque en pocos meses podrá recuperar la libertad.


Pese a que zafó de ser condenado por asalto, Cadia si recibió una condena por violencia de género contra su pareja y lleva un año y medio alojado en el penal de San Felipe, aunque en pocos meses podrá recuperar la libertad.


En el juicio, el fiscal Oscar Malla había pedido 7 años y medio de cárcel para Cadia, y ante la polémica sentencia es muy probable que presente en breve un recurso de casación para que la Corte revise la decisión del juez Bermejo.


En paralelo, tras conocerse los argumentos del juez del Tribunal Penal Colegiado N°1 para absolver al imputado, varios funcionarios del Ministerio de Seguridad no pudieron disimular la bronca.


"Este tipo de sentencias insólitas no sólo atenta contra el trabajo de prevención de la seguridad, sino que también desalienta a todo el sistema, desde el personal de Policía Científica que encontró una prueba determinante, pasando por el de Investigaciones que siguió las pistas para detener al imputado, hasta el fiscal que trabajó para que fuese condenado; porque el mensaje que da el juez es que nada de eso vale", despotrican.


Un asalto en el que el trabajo del Registro de Huellas Genéticas fue clave

En la siesta del 1 de junio del 2023, Enrique Rodríguez atendía la agencia de autos MyR, de calle Tirasso 1974 de Guaymallén. El hombre fue sorprendido por tres maleantes que ingresaron al salón y lo redujeron a golpes en la cabeza con la culata del arma que uno de ellos empuñaba.


Tan desesperantes fueron los gritos de la víctima, que un vecino de un departamento cercano no dudó en llamar al 911. La llamada ingresó cerca de las 14.30. En tanto, los delincuentes -que cubrían sus rostros con barbijos-, escaparon llevándose una moto Honda modelo Twister 250 cc dominio 711-DMY, color gris y una camioneta Toyota HILUX 4X4, dominio AE 972 MI color blanca.


La agencia de autos MyR fue víctima de un asalto el 1 de junio del 2023, pero el juicio por ese atraco se hizo en febrero y el juez decidió absolver al acusado.


Aún sangrando por los golpes que recibió, el encargado logró avisarle al dueño de la agencia y este también hizo lo mismo con la dueña de la camioneta robada, que la había dejado en la agencia para que la vendieran.


Como la Toyota tenía sistema antirrobo Lo Jack, se activó en el momento el rastrillaje y el corte de combustible del rodado. Así fue que cerca de las 15.15 ingresó un llamado al Centro Estratégico de Operaciones (CEO) asegurando que la camioneta robada había sido abandonada en la calle Dr. Salomón Mayara casi intersección Dr. Leloir del Barrio Champagnat, frente al Dalvian.


Cuando el personal de Policía Científica acudió al lugar y revisó la Toyota robada, encontró en el piso -en el lugar del conductor- "un barbijo de tela de color negro con la inscripción Puma que consta como Indicio 09", según figura en el expediente.


Esa prueba fue llevada al Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas y del análisis del barbijo se obtuvo un perfil genético que corresponde al imputado Daniel Cadia Accinelli, ya que este contaba con varios antecedentes y condenas, por lo que su perfil genético había sido cargado al registro tiempo atrás.


¿Una prueba de ADN es concluyente o no para condenar a un acusado?

Según declaró en el expediente el Director del Registro de Huellas Genéticas Digitalizadas, el doctor Miguel Marino, su trabajo comenzó con el material de prueba que les aportó la Policía Científica: un barbijo y un hisopado del automóvil.


El director del Registro de Huellas Genéticas, Miguel Marino, aportó en el juicio cómo es que se confirmó que el ADN del barbijo encontrado en la camioneta robada en el asalto, coincidió con el que tenía cargado ese registro y que pertenece a Cadia.


“Allí se encuentra perfil único genético masculino y cruzamos con la base de datos, habiendo obtenido un match positivo en 2023. Ese resultado se vuelve a analizar en la pericia forense, y obtuvimos el mismo resultado: el material del barbijo pertenecía a esa persona”, explicó en alusión a Daniel Cadia Accinelli.


Marino explicó en el juicio que ese registro cuenta con una base de datos con imputados y condenados. "Match positivo significa que un perfil genético de una evidencia presenta identidad con un perfil genético de la base, así el perfil genético de la evidencia coincide con la de la base. No hay otra persona que pueda tener ese perfil”, aclaró.


Qué argumentó el acusado para asegurar que no estuvo en el lugar del asalto

Daniel Cadia Accinelli se presentó a sí mismo como un ayudante en la obra en construcción de la casa de un vecino, en la que hacía tareas de albañilería y pintura.


Según su versión, que luego corroboraron su madre y un amigo, él trabajó en la casa 3 de la manzana G en el Barrio Jardín Sarmiento, de Godoy Cruz, desde abrir a julio, de 9 a 18 horas aproximadamente.


"En la obra lijaba y pintaba el departamento. Usábamos barbijos y guantes. Usábamos barbijos de tela, de plástico, a veces usábamos cuello. A veces los lavábamos y lo volvíamos a usar y otras veces los tirábamos porque eran descartables. Nosotros andábamos en moto, así que a veces a la noche me lo ponía por el aire, porque mi casco no tenía el visor, así que lo usaba como medio de protección”, declaró el imputado.


Y sumó: “yo perdí barbijos, no sé cuántos; más de 20 perdí seguro, además en la época del Covid yo usaba barbijos por mis padres que son mayores. Los hemos dejado en obras que hemos trabajado, también en la calle, a veces eran descartables. Los usábamos dos o tres días y los tirábamos”,


Su versión fue respaldada por su amigo Michael Villegas, que fue quien lo contrató para la obra, y por su madre Claudia Accinelli.


Como prueba, su amigo presentó un cuaderno en el que anotaba los días que Cadia trabajaba en su obra.


Un sustancioso prontuario por varios asaltos

Según pudo chequear Diario UNO, el historial delictivo de Cadia comienza con una detención por robo agravado en poblado y en banda por el que recaló en el penal de San Felipe en septiembre del 2010. Fue condenado en el 2012 y liberado un año más tarde, porque ya al momento de la condena llevaba dos años preso.


Dos años después, en el 2015, volvió a caer detenido por otro asalto, esta vez en Godoy Cruz, por el que fue condenado en el 2016. Tras cumplir la condena y pasar por varios penales, gozó de libertad condicional desde febrero del 2021. En agosto de ese mismo año la Fiscalía de Sustracción de Automotores lo involucró en una causa y fue sobreseído.


Apenas dos años más tarde, en agosto del 2023, cayó preso por la causa de violencia de género, porque sobre él pesaba un pedido de captura por el asalto a la agencia de autos de Guaymallén.


¿Alcanza hallar ADN de un acusado en un objeto robado para probar que fue él?

En sus fundamentos para absolver al acusado, el juez Mateo Bermejo comienza admitiendo que la acusación del fiscal Malla sobre Cadia no es arbitraria: tres hombres con barbijos asaltan una agencia, se roban una camioneta y, cuando se halla ese vehículo, aparece en el lugar del conductor un barbijo con el ADN de Cadia.


Aun así, se pregunta a sí mismo si esa prueba habilita una condena penal.


En esa postura, Bermejo plantea si existen "medios alternativos a la participación en un hecho por los que un objeto que estuvo en contacto con una persona puede llegar al lugar en que se comete".


Se lo pregunta porque parte de la base de que en la agencia de autos asaltada no se encontró ADN del acusado, lo que podría dar una certeza acabada de que el joven participó del atraco.


Desde esa postura alberga a una hipótesis al menos cuestionable, para explicar la presencia del barbijo de Cadia en la camioneta robada: "Se trata de un objeto que sin duda fue utilizado por el imputado, pero no puede saberse ni cuándo ni cómo lo utilizó. Así, por ejemplo, pudo ser reutilizado por otra persona sin que queden rastros de su uso o bien pudo ser lanzado allí con el sólo fin de perjudicar al imputado", planteó.


En su visión, Bermejo avala la posibilidad de que "alguien enemistado con una persona pueda tomar un objeto con el que estuvo en contacto y dejarlo en el lugar en que se comete un hecho ilícito para incriminarlo" y cuestiona: "Si con ese elemento fuera suficiente para una condena, ese sujeto pasaría años de su vida en prisión".


Así, levantando la bandera de la "seguridad jurídica de cualquier ciudadano", el juez pide levantar los estándares de prueba y decide absolver a Cadia de la acusación de robo agravado, por el beneficio de la duda.

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