Se ordenó que el cadete de 6º año participe de todas las actividades educativas, con excepción del uso de armas de fuego. Lo habían marginado en febrero
Pablo Quirós, titular del Juzgado Federal 2 de Mendoza, ordenó al Liceo Militar General Espejo que reincorpore a un cadete del sexto y último año que en abril último había sido excluido por las autoridades educativas por antecedentes de salud mental.
Al aceptar la acción de amparo presentada por la madre junto con los abogados Florencia López Spertino y Eduardo Quiroga, el magistrado federal consideró que el alumno, que ya cumplió la mayoría de edad, "deberá participar en la totalidad de las actividades que realicen sus compañeros, en igualdad de condiciones, con excepción de aquellas que requieran la utilización de armas de fuego cargadas; hasta la finalización del año escolar, inclusive su acto de colación de grado".
Finalmente, casi al filo del plazo improrrogable de las 48 horas fijadas por el juez Quirós, y tras una serie de reuniones, la semana pasada el alumno regresó a las aulas del Liceo Militar General Espejo.
Y después de siete meses perdidos, volvió a compartir actividades con sus compañeros de sexto año y volvió a utilizar el uniforme durante el desfile previsto para ese día.
La Justicia Federal y el caso del cadete del Liceo Militar
Ahora, el muchacho recorre el último tramo del ciclo secundario, que culminará con la colación de grados y el viaje de promoción, entre otras actividades.
La resolución de la Justicia Federal ordenó que el Liceo Militar General Espejo de Mendoza "deberá asegurar en todo tiempo y hasta que el alumno finalice sus estudios, un diálogo fluido con aquél -efectivizando su derecho a ser oído- su grupo familiar y los profesionales tratantes".
La Justicia Federal y la salud mental del cadete marginado
Entre abril y la semana pasada, el muchacho fue algo así como "el patito feo" del curso.
Desde su ingreso el estudiante desarrolló la escolaridad sin inconvenientes y se destacó por su buen desempeño académico y la participación en las actividades.
Tras recibir los certificados de apto psicofísico de todos los alumnos y de cara al comienzo del ciclo lectivo 2024, el Liceo Militar General Espejo, dependiente de la Dirección de Educación Preuniversitaria del Ejército Argentino, lo excluyó de todas las actividades porque había sufrido una depresión endógena.
El muchacho recibió tratamientos psicológicos y farmacológicos. Y de este historial dieron cuenta los médicos tratantes. Estuvo internado en octubre de 2023.
En febrero de 2024, se dejó constancia de que el alumno "se encuentra apto para realizar actividades académicas y militares". Que se sugirió seguimiento y se dejó un contacto telefónico de familiares.
Esta patología, explicaron los especialistas, "está en remisión y presenta buena evolución y adherencia al abordaje de salud mental".
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