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lunes, 9 de septiembre de 2024

Por tercer día consecutivo, los vecinos prendieron fuego para frenar a un grupo de usurpadores

El miércoles por la noche ardió un edificio en el distrito de Pedro Molina, Guaymallén- que había sido usurpado por varias personas en los últimos meses. Vecinos se juntaron para prender fuego la construcción, hartos de la inseguridad que vincularon directamente con los ocupantes.



El jueves los intrusos volvieron, lo que derivó en un nuevo incendio provocado por los lugareños para echarlos de las torres que ya lucen quemadas. Por tercer día consecutivo, los okupas intentaron regresar el viernes a la noche al lugar, lo que fue impedido nuevamente por los vecinos, quienes denunciaron que a esa hora ya no había custodia del lugar.


De hecho, un móvil policial se pudo observar pero durante la mañana, donde reinó una supuesta tranquilidad.


El capítulo reciente de los incendios es el último de una historia larga que incluye abandono y la explosión de varios departamentos; y que tiene como escenario las torres que -según los locales- se habían transformado en un "aguantadero".


Desde las inmediaciones del edificio, el comisario Marcelo Contreras le contó al periodista Matías Pascualetti (Radio Nihuil): "Los vecinos están cansados y culpan a la gente que residía en este lugar. En las últimas horas -tras el primer incendio-, algunas de estas personas volvieron a buscar sus pertenencias (...); y en la mañana hemos mantenido rondines porque se decía que seguían merodeando. De hecho encontramos a un hombre que nos llevamos por averiguación de antecedentes para sacarlo de ahí y evitar conflictos".



La historia de las torres incendiadas en Guaymallén

Según confirmaron desde el Instituto Provincial de Vivienda (IPV) ante la consulta del periodista Matías Pascualetti (Radio Nihuil), el organismo financió el proyecto a finales de los '90. Eran 12 departamentos. Se le otorgó el crédito a la Unión Vecinal Jardín del Sol y se hipotecó.


"Esos créditos ya están cancelados y en su mayoría las escrituras están hechas. Las que faltan están a nombre de la unión vecinal", precisaron sobre la situación del edificio ubicado en calle Manuel A. Sáez, entre Servet y Venezuela.


Por lo tanto -sumaron desde el organismo- "actualmente no hay relación entre IPV y esos departamentos. La titularidad dominial es de la unión vecinal".


Allá por 1997 se inauguraron las viviendas y el vecindario empezó a poblarse. Pero el domingo 23 de julio de 2017 ocurrió algo inesperado. De acuerdo a lo que contaron por entonces los testigos a la prensa, alguno de los departamentos tenía una pérdida de gas y se produjo una potente explosión que afectó a 6 de los 12 departamentos, tal como puede verse en esta foto:


Algunas de las paredes terminaron completamente agujereadas, por lo que 30 personas debieron ser trasladadas a distintos lugares para que pasaran la noche.


Fue un golpe mortal para el edificio, que desde ese momento entró en decadencia, hasta terminar en el abandono -por peligro de derrumbe- y la posterior ocupación irregular por sujetos hoy acusados de perpetrar diversos delitos en la zona.



Los últimos incendios

Finalmente, el miércoles por la noche un grupo de entre 60 y 70 vecinos prendió fuego al edificio semiabandonado.


Aseguraron que estaban cansados de la inseguridad -que tendría uno de sus focos en ese monoblock, que está apuntalado con palos para que los muros no cedan-.



Serían seis hombres y dos mujeres quienes residían allí. Habrían llegado a fines de 2023 y son señalados por los vecinos como responsables de diversos delitos.



El mismo miércoles, de hecho, los acusados fueron hasta el barrio Lihué donde -dicen- cometieron un robo, lo que provocó la ira de muchos en la zona.


"Hace años que aguantamos esta inseguridad, nosotros somos gente que trabajamos y esperamos a los chicos del colegio, y no podíamos hacer nada", expresó un vecino entrevistado por Radio Nihuil.


Y describió: "Fue como una pueblada. Salieron todos a la calle y nos alentó a salir a nosotros también. Eran entre 60 y 70 personas".


Aquí, un video:


Luego llegó la Policía para controlar la situación mientras los bomberos extinguieron el fuego. Otros residentes de las inmediaciones contaron que hay más de 70 denuncias por los hechos ocurridos en el último año y 4 expedientes de pedidos de demolición del edificio, pero nunca avanzaron en nada.


En la mañana de este jueves el lugar quedó con custodia policial, y se podían ver algunas pertenencias quemadas de los presuntos usurpadores.


No obstante, avanzó la jornada y sobrevino lo inesperado. Según reportaron algunos vecinos, los intrusos volvieron y otra vez una turba indignada asistió al lugar en la noche para prenderlo fuego otra vez.


El municipio de Guaymallén tramitará la demolición de las torres

El municipio que conduce Marcos Calvente emitió un comunicado respecto de los hechos relacionados con las torres incendiadas el miércoles y el jueves.


Tras repasar los distintos procesos por los que pasó este complejo -contados más arriba- la comuna informó que "dada la inacción de los propietarios y el riesgo que representa la propiedad que fue incendiada, en resguardo de la seguridad pública y con el fin de obtener una solución inmediata a la problemática edilicia que presenta el inmueble afectado, ha iniciado los trámites correspondientes para evaluar la procedencia de una demolición, conforme al marco jurídico vigente".


Además informó que "el municipio restablecerá el apuntalamiento y el tapiado preventivo para garantizar la seguridad de la estructura y evitar un colapso descontrolado, mientras se avanza en la autorización para la ejecución de las tareas necesarias para la demolición".


Si bien la comuna no tiene dominio sobre la propiedad, igual ha decidido intervenir con el objetivo de brindar seguridad a los vecinos de la zona, priorizando su bienestar.

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