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sábado, 28 de septiembre de 2024

año 2014 - El juez del “Megajuicio” busca “calmar las aguas”

Alejandro Piña es el presidente del tribunal que lleva adelante el inédito proceso. Habló sobre su tarea y las alternativas de la causa: “Trabajo serio” como la “mejor garantía”.




El juez Alejandro Piña, como integrante del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Mendoza tiene a su cargo la presidencia en el denominado “Megajuicio” que se inició en febrero, y que representa, como novedad absoluta a nivel nacional, que entre los acusados haya cuatro ex integrantes de los Tribunales Federales.


Al responder a la entrevista con Los Andes, en todo momento, dijo que es una tarea “en conjunto del Tribunal”. Reconoció además que nunca decide “en soledad”, porque es más fácil “equivocarse”.


Por eso se lo ha visto en reiteradas oportunidades “dialogar” fuera de micrófono con sus pares, el puntano Raúl Fourcade y el actual camarista Juan Antonio González Macías (Héctor Cortez, actúa como juez suplente), antes de dar a conocer la decisión que tomaron en conjunto o por mayoría.



El juicio

Para definir este juicio (con una treintena de imputados) lo hizo con una metáfora: "Un juicio es como un casamiento, donde todo se prepara con mucha antelación hasta llegar a la fiesta. En este debate trabajó mucha gente.


Tanto para notificar, convocar a las partes, conocer las acusaciones que pesan sobre cada uno de los imputados y principalmente saber sobre qué se va a tratar en cada audiencia”.


También -agregó- “hay que mencionar a médicos, personal penitenciario y las video conferencias” programadas con antelación y que requiere en cada lugar la presencia de un secretario de la Justicia.


Con relación al personal “propio”, además de la secretaria doctora Natalia Suárez, la tarea estuvo a cargo de cuatro relatores.


Por disposiciones de la propia Corte (en un fallo conocido como Casal), este juicio queda registrado en actas, grabaciones de audio (que realiza personal de la Policía Federal de San Juan) e íntegramente filmado, lo que “garantiza  lo que acá se diga”, explicó el propio juez.



Paridad de armas

Con relación al día a día de las audiencias, Piña reconoció que hasta ahora "han pasado unos 180 testigos", aunque inicialmente hayan sido convocados 600, ese número puede variar o ser modificado.


Consultado sobre cómo lleva adelante el debate sin que se llegue a la violencia verbal, entre las partes, el juez señaló “acá se deben debatir ideas.


Cada uno -fiscalía, querella y defensores- representa un interés diferente y el Tribunal debe estar en el medio”. Y remarcó “si el apasionamiento hace que se disparen ofensas o agravios yo debo tratar de calmar las aguas”. Y en verdad que lo ha logrado a lo largo del debate con mesura y voz pausada.


Sobre esto, es el propio magistrado quien señala: “la vehemencia, en estos casos, es contraproducente”. Y esa tónica también la ha impuesto ante el público, reconociendo que “hasta ahora ha sido bastante respetuoso”, recordando que sólo una vez (a principio del juicio) tomó la decisión de hacer callar a una mujer que a los gritos reclamaba justicia, en medio del debate. “Evitar los excesos y hacer un trabajo serio es la mejor garantía para todos”.


Piña también señaló que el tratamiento sobre falsos testimonios (base del juramento que se le toma a cada testigo y que conlleva una pena de hasta 10 años de cárcel) el Tribunal decidió dejarlo para el final, evitando con ello que los testigos lleguen con miedo o se sientan intimidados, por eso “lo mejor es resolverlo al final”.


Reconoció que este juicio no le genera más dificultad que otros, sólo algo de tensión y mucho cuidado. Recordó que en su paso como juez en el fuero penal de San Martín (donde estuvo cinco años) “lo más doloroso fue condenar a perpetua a gente joven”.


Y finalmente reflexionó sobre la Justicia Federal. Piña confió que “hoy está integrada por personas que están tratando de hacer su tarea.


Y lo hacen mejor o peor pero ésta gente está trabajando y estudiando para ello, pero también entiendo que haya muchos que no le guste o no se siente representados, por eso la única respuesta que le podemos dar es seguir trabajando decentemente para demostrarle que hay un cambio y así llegará el día en que la gente vuelva a creer en esta Justicia”, justificó el magistrado.


Ficha personal


Alejandro Piña, nació en 1964, está casado y tiene dos hijos (un varón de 20 que estudia Abogacía y una mujer de 20 que sigue la carrera de Medicina). Actualmente da clases en las universidades Champagnat y Aconcagua.


Como abogado de la matrícula defendió, entre otros a Daniel “El Rengo” Aguilera y también a Marcelo “El Gato” Araya, por eso se inhibió en la causa que éste tiene en la Justicia Federal.


Tras cinco años por la justicia penal de San Martín, fue nombrado en el Tribunal Oral N° 1, en el 2009, siendo la doctora Estela Blanco quien le tomó juramento.


Previo a este “megajuicio” participó en los debates por delitos de lesa humanidad realizados en La Rioja (2009), el segundo que se hizo en esta provincia (2011) y el primero de la vecina provincia de San Juan (2012 y 2013).


La continuidad


Como fuera anunciado oportunamente el Tribunal Oral N° 1, continuará esta semana, en doble jornada (hoy y mañana) con la declaración de los diversos testigos que han sido convocados para este “Megajuicio”.


En la oportunidad además de los expresamente citados por el Tribunal, la querella representada por el abogado Carlos Varela Alvarez, aportó la presencia de un testigo, situación que fue aceptada por las partes.

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