Noticias

sábado, 3 de agosto de 2024

Revolut, N26, Wise... por qué siempre uso neobancos para pagar online y viajar

Los neobancos cada vez están más presentes en el día a día de los usuarios. Plataformas como N26, Revolut, Vivid, Wise, etc, se abren paso ante los bancos tradicionales, como Santander, Caixa o BBVA y roban clientes a estos bancos, entre otras cosas, gracias a su seguridad añadida y a que no cobran comisiones abusivas por, absolutamente, todo. Yo, desde hace más de 5 años, casi no uso los bancos tradicionales más allá que para la hipoteca y cobrar. Y te voy a explicar por qué.

FUENTE: softzone



Mis primeros coqueteos con los neobancos comenzaron en 2017, cuando ING Direct, mi banco principal en aquel entonces, eliminó la posibilidad de sacar dinero sin comisiones en los cajeros de Bankia. Al hacerlo, dejó a Palencia (mi ciudad) sin un solo cajero en el que sacar 20 euros sin comisiones. Ya el mínimo para sacar era 50, y la verdad es que los bancos donde sacar esta cantidad también estaban muy a desmano. Además, en un viaje a Francia, ING Direct me bloqueó, sin motivo, la tarjeta de débito al pagar una autopista, y la condición para desbloquearla era que me hiciera una de crédito porque «son mejores para viajar». Ya me engañó y timó BBVA hacía 10 años por lo mismo, por una tarjeta de crédito, por lo que, por supuesto, me negué.



En aquel entonces ya estaba usando neobancos. En concreto, Bnext, en sus tiempos buenos (aunque, con el tiempo, me decepcionaron más que cualquier banco tradicional). Así, empecé a probar qué tal funcionaba para sacar dinero sin comisiones de cajeros, y aunque me tocó alguna que otra vez llamarles porque me habían cobrado la comisión mal, al final siempre lo resolvían. En el viaje a Francia, por supuesto, tocó usar todo el rato de esta tarjeta, y fue, desde entonces, cuando empecé a usarla mucho más a menudo.
Neobancos: ventajas sobre los bancos tradicionales





Con el paso del tiempo empecé a hacerme cuenta en otros neobancos. Revolut fue uno de los primeros, junto a N26. Pero, dado lo fácil que era hacerlo, y los incentivos, en forma de dinero, que daban por crear cuentas desde referidos de amigos, he tenido cuentas en muchos: Vivid, Wise, W1TTY, etc. Ahora mismo tengo todas estas cuentas cerradas, ya que tantos neobancos son innecesarios, y uso solo los dos primeros.

En un principio, puede parecer muy cómodo tener una tarjeta en un banco convencional, donde tenemos el dinero, u pagar con ella. Pero, ¿qué pasa si la roban? Sabemos de sobra que los bancos responden muy mal ante las estafas digitales, y si se hacen con los datos de nuestra tarjeta pueden dejar la cuenta, literalmente, vacía. Por miedo, decidí empezar a usar las tarjetas de los neobancos. Tanto la cuenta de Revolut como la de N26 las tengo «vacías», y lo que hago es recargarlas cuando voy a comprar algo o hacer un pago. La recarga es muy sencilla y rápida, ya que las apps cuentan con soporte para Apple Pay y Google Pay y podemos recargar el dinero que queramos, con la tarjeta de nuestro banco, en segundos.



Tengo varias tarjetas en estos neobancos. Por ejemplo, en Revolut tengo una tarjeta física para sitios donde no permiten el pago móvil (cada vez menos), sacar dinero en cajeros o para autopistas, y luego tengo tres tarjetas virtuales: una desechable que se destruye tras cada uso, una para compras normales, y otra para compras online y suscripciones. Con N26 solo tengo dos virtuales, una para compras en establecimientos (vinculada a Google Pay) y otra para compras por Internet.



Y así es como pago. En establecimientos siempre intento pagar con Google Pay, y si no me dejan entonces utilizo la tarjeta física de Revolut. Así, si me clonan la tarjeta, al intentar pagar les va a dar error, ya que el único dinero que suele haber en las cuentas de los neobancos son los céntimos que sobran tras cada compra. Si detecto algún movimiento extraño, doy de baja la tarjeta, creo otra desde la app, y listo.
Bnext, mi mayor decepción

Ahora mismo tengo dos bancos tradicionales: ING Direct, por temas de pagos y domiciliaciones, y Sabadell, por la hipoteca. Pero para sacar dinero de cajeros, y pagar, siempre recurro a Revolut, en primer lugar (ya que la app me resulta muy cómoda), y a N26 cuando alcanzo ciertos límites con la anterior. Por supuesto, siempre que viajo llevo la tarjeta física de Revolut, con el dinero justo en la cuenta para evitar disgustos, y recargando a mano desde la app cada vez que voy a hacer un pago.

Antes usaba mucho Bnext. De hecho, fue el primer neobanco al que me apunté y el que he estado usando durante años. Sin embargo, las prácticas abusivas que empezó a llevar a cabo han hecho que, a principios de este mismo año, cerrara definitivamente mi cuenta.

Bnext empezó a cobrar comisiones de mantenimiento todos los meses a los usuarios que no usaran la cuenta activamente, o simplemente que no gastaran la cantidad de dinero que ellos pedían. También empezaron a cobrar comisiones cada vez que se sacara dinero en un cajero, y aumentaron mucho las comisiones por cambio de divisas. Esto último me dolió especialmente, puesto que pagaba mi Netflix turco con esta tarjeta.



Por ello, cerré esta cuenta y empecé a apostar fuerte por las anteriores. Y, la verdad, cada vez estoy más contento con los neobancos. Es una pena que aún haya tantas trabas para tener una hipoteca en estos bancos, o para domiciliar recibos y nóminas. El día que se pueda, los bancos tradicionales estarán sentenciados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario