Hay algunas cuestiones que no todos los conductores conocen y nos permiten escapar del pago de las sanciones.
Si las multas de tránsito suponen un dolor de cabeza para todos los conductores en Argentina, la situación con los radares y las fotomultas en la región parecen haber intensificado la preocupación. Lo cierto es que no todos saben que estas infracciones pueden ser borradas, de forma que el conductor quede "limpio".
Para poder dejar atrás estas sanciones, es necesario llevar adelante un proceso extenso y a veces engorroso, pero la recompensa muchas veces vale la pena. Lo primero que hay que saber es que lo más conveniente es asesorarse con especialistas.
Está claro, no todas las multas de tránsito son iguales. Hay algunas que directamente son inapelables, pero también es cierto que muchas veces el error es cometido desde el ámbito institucional, y no todos los conductores realizan su descargo para "pelear" esa sanción.
Por ello, es importante conocer nuestro estado ante una infracción. El primer paso, entonces, será ingresar a la web del Gobierno y chequear qué tipo de multa hemos recibido. Bastará con ingresar a este link para poder estar al tanto de nuestra situación.
El truco para apelar multas de tránsito
Hay un dato que tenemos que saber respecto a la posibilidad de apelar la sanción: en caso que la situación no sea favorable para nosotros, perderemos el beneficio del 50% de descuento por pago voluntario y deberemos abonar la totalidad de la multa. Es por eso que habitualmente se dice que el conductor debe apelar solo si está muy seguro que tiene la razón.
Una vez que confirmamos nuestra intención, basta con dirigirse a las autoridades de Tránsito de nuestra jurisdicción, tanto presencialmente como vía online o telefónica. Allí debemos plantear nuestra intención, y se recomienda hacerlo ya con las "pruebas" de nuestra inocencia a mano ante cualquier eventualidad.
En muchos casos, la plataforma web nos solicitará tener una foto digital del DNI y de nuestra cédula verde, puesto que es la forma de probar que se trata del conductor cuando la gestión es online. Si es presencial, entonces debemos llevar el DNI, el título del automóvil (o en su defecto la cédula verde, aunque no todos la aceptan), y en caso de ser conductor de taxi o remis, también se sumará la tarjeta magnética de chofer.
Los motivos para apelar multas de tránsito
Hay algunas cuestiones que pueden ayudarnos en esta complicada tarea de buscar "limpiar" nuestra situación, y es fundamental tenerlas en cuenta para no fracasar en el intento.
La principal es la existencia o no de la infracción. El ejemplo más clásico es una multa por exceso de velocidad cuando el auto en cuestión va más lento de lo que la sanción indica, o cuando el radar es ilegal.
Otro motivo es el de la prescripción, que suele generar muchas dudas al respecto. Hay que saber dos datos importantes. El primero, que el plazo es de 5 años hasta que la multa caduca; y el segundo, que no suele ejecutarse automáticamente, sino que el usuario debe ir a solicitar la baja por prescripción.
Las irregularidades y situaciones especiales también sirven como ejemplo para "pelear" una multa. A veces ocurre que la infracción no es considerada válida por errores en la confección (por ejemplo, que no se vea bien la patente); y también puede pasar que la multa haya sido cometida por algún caso particular, como una emergencia médica. En este último caso, es importante conseguir la documentación que acredite el hecho.
Datos clave
Si nuestra intención es "pelear" la multa, entonces es fundamental tener todos los registros posibles a mano. Desde la notificación de la infracción hasta los mails, los recibos de pago y los documentos utilizados para apelar.
También se recomienda contactarse con un abogado de ser posible, para que nos ayude durante el proceso y agilice algunas cuestiones que puedan demorarse.
Por último, es importante saber que si decidimos no apelar la multa pero tampoco la pagamos, puede generarnos varios dolores de cabeza: la suba en el monto a pagar, problemas con la licencia de conducir y más trabas burocráticas.
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