Mientras en el Congreso Nacional la discusión por una reforma laboral sigue empantanada y, en muchos casos, la Justicia no sólo es lenta sino cuestionable, las empresas deben sufrir las consecuencias de la burocracia y las prácticas poco transparente.
Está claro que, en la Argentina, contratar personal puede ser un dolor de cabeza y despedirlo es aún más difÃcil.
Una caso que se está tramitando en estos dÃas es una muestra de esa irracionalidad. Se trata de una empresa mediana, relacionada al sector automotor, con 25 años de trayectoria, que emplea 105 personas en relación de dependencia.
Hace 4 años despidió con causa (denuncia penal en la fiscalÃa de la zona por defraudación) a un gerente. La remuneración actualizada de ese puesto es del orden de los $ 5.000.000.
A pesar de todas las pruebas presentadas por parte de la pyme, la causa penal no avanzó en este tiempo, aun con el seguimiento que hace un abogado penalista contratado por la empresa, en una zona donde la fiscalÃa está abocada a resolver cuestiones de robos y asesinatos.
Ni siquiera se llamó a indagatoria al inculpado, pero sÃ, en estos cinco años, llamaron a declarar a empleados de la firma para corroborar la denuncia. El motivo del despido fue el de haber sido encontrado adulterando facturas de compras, abultando los montos pagados y haciendo pagar compras inexistentes,
La justicia laboral, mientras tanto, sin esperar que la Justicia penal avance, se expidió en primera instancia, fallando a favor del empleado despedido, alegando que no surge justificación del despido, a pesar de todos los testigos que declaran a favor de la empresa, los que ratificaron la denuncia que se hizo en sede penal. Este fallo de primera instancia fue confirmado por la Cámara la semana pasada.
Los abogados de la empresa estimaron que el monto actualizado que se deberÃa abonar es de $ 118.000.000 (más honorarios de abogados, peritos, y otros gastos).
El propietario de la empresa reconoció su asombro e indignación por el fallo y lo abultado del monto, fuera de toda lógica, dado que el empleado al que se despidió habÃa trabajado 4 años en la empresa.
"En la justicia laboral hay mafias enquistadas que con este tipo de fallos pueden llegar a hacer fundir a una pyme y desalientan a otros empresarios a seguir en la actividad", dejó trascender el propietario de la empresa.
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