ESPAÑA. Un policía nacional falleció el pasado domingo en Andújar (Jaén) por las heridas causadas al intentar reducir a un hombre implicado en una pelea entre vecinos. El agresor fue abatido a disparos por otro agente, según informó el cuerpo policial.
Testigos alertaron de una riña entre varios vecinos en la calle Las Monjas, donde uno de ellos presentaba una actitud agresiva. Hasta ese lugar llegaron agentes de la Policía Local, Policía Nacional y servicios sanitarios. Al llegar la dotación, el individuo recibió a los agentes con un cuchillo y un martillo y agredió a uno de ellos, quien finalmente falleció a causa de las heridas.
Es entonces cuando el compañero, que no resultó herido, disparó contra el agresor, que fue abatido y también falleció. La Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación.
Según el peritaje y los testigos, el agente que iba de copiloto se bajó y el agresor se dirigió hacia él. El policía desenfundó su arma. En una primera instancia no disparó y caminó hacia atrás. El agresor se abalanzó sobre él y lo tiró al suelo. Se escuchó un primer disparo. Mientras se forcejeaban en el suelo, el agente que conducía se acercó a pie y recibió un disparo que lo hizo fallecer poco después.
Regla de los 7 metros
De esta forma, surgen las interrogantes si el agente (copiloto) hizo lo correcto al forcejear con el agresor mientras tenía la pistola desenfundada. Así el caso llega a la 'regla Tueller'.
Según explica el sitio Escuela 3 armas, en marzo de 1983, un sargento de la policía local de la ciudad de Salt Lake (Utah, Estados Unidos) publicaba en la revista SWAT un artículo titulado "How Close is Too Close?" (¿Cuánto de cerca es demasiado cerca?). El análisis firmado por Dennis Tueller trataba sobre el riesgo en un enfrentamiento armado entre un arma blanca y un arma de fuego. Más tarde se le acabaría conociendo como la regla de los 7 metros o la 'regla de Tueller'.
Conclusiones
Tueller calculó los tiempos de seguridad a los que están expuestos los agentes. Llegó a la conclusión de que 1,5 segundos era el tiempo en el que un agente puede desenfundar y disparar su pistola.
Según sus cálculos, ese es el tiempo exacto que un agresor con arma blanca tarda en recorrer 6,4 metros. Es decir, hay 1,5 segundos antes de que se individuo se eche encima del policía.
De esta forma, esos poco más de 6 metros son la distancia mínima para que un agente tenga posibilidades de defenderse de manera efectiva con un arma de fuego, ante una agresión con arma blanca.
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