Qué hay que saber para no resignar calidad al comprar una notebook

A la hora de comprar una notebook, lo primero que se debe evaluar es para qué tareas se la va a usar. Es que se consiguen portátiles por un poco más de 150 mil pesos pero también hay modelos que superan los 3 millones de pesos. Por eso, es mejor afilar el ojo antes de pagar más por características que no serán necesarias.

Si la idea es llevarse a casa un equipo para navegar por la web, usar el mail, hacer tareas escolares y no mucho más, alcanzará con un dispositivo básico, lo que no siempre quiere decir que sea de mala calidad.

Con todo, lo primero que hay que tener en cuenta es el procesador que contiene, la pieza más importante de la computadora.

En el caso de los de marca Intel se pueden encontrar en las góndolas argentinas procesadores Celeron y Core. Dentro de esta última familia aparecen las mejores opciones para una estación de trabajo.

Se dividen en Core i3, i5, i7, i9. Y cuánto la cifra es más alta, claro, el precio es mayor. El i3 es para tareas básicas: redes sociales, Office y un poco más. Con este alcanza muy bien entonces para el trabajo cotidiano. Pero si es i5, claro, mejor.

Intel anunció hace dos semanas que eliminará la letra i de la denominación de sus procesadores, de manera que será más fácil identificarlos. De todos modos, pasarán unos meses para que estos modelos sin la "i" lleguen a las góndolas integrados en nuevas notebooks. 

Además, al momento de elegir una notebook hoy, no hay que descartar algún modelo con procesador Celeron, sobre todo si es de los nuevos.

Para identificar este rasgo, habrá que ver a qué familia pertenece el procesador. La generación de Intel más nueva que se consigue es la 12 y hay mucho 11, y en AMD la 6, pero en el mercado local hay modelos cuyos procesadores ya tienen tres años de antigüedad. A generación más alta, el producto es más nuevo.

En el caso de AMD, el asunto es similar. Hay básicamente tres series: A, Athlon y Ryzen. Los Athlon casi duplican el poder de procesamiento de la serie A, y a partir de los Ryzen empieza el muy alto rendimiento. A la hora de pensar en un equipo para trabajo de oficina, desde la empresa recomiendan enfocarse desde Athlon hacia arriba.

Los Ryzen se dividen en 3,5,7 y 9. Para hacer teletrabajo están más que bien los AMD Ryzen.

Otro dato importante se debe observar en los puertos de conexión. Los más elementales son los USB 3.1 (de color azul), el USB del Tipo C (reversible y de punta ovalada.

Memoria RAM

El sistema operativo utiliza la memoria RAM para almacenar datos e instrucciones de aplicaciones que se encuentran en ejecución, pero solo de manera temporal, para no agotar los recursos del procesador.

Los softwares tienden a emplear mayor cantidad de memoria RAM a medida que aumentan su complejidad. Lo que implica que cuanta más memoria hospede el sistema, más programas se pueden manejar de manera simultánea.

"La memoria RAM es crucial para realizar múltiples tareas de manera eficiente. Si bien 4 GB es el mínimo aceptable, se recomienda optar por una configuración base de 8 GB para permitir un mayor rendimiento y capacidad de respuesta", explicó a Clarín Martín Sánchez, Customer Brand Manager de Lenovo.

El tamaño de cualquier notebook no es indicador de calidad, ya que el precio depende más de su configuración y no de sus dimensiones. Mientras algunos priorizan la comodidad de un teclado espacioso, otros buscan un dispositivo compacto que otorgue mayor portabilidad.

En esta escala de equivalencias, las de 17 pulgadas ocupan el rango de mayor volumen. En el otro extremo, las de menor talle, arrancan en las 13 pulgadas. La zona intermedia está poblada por equipos de 14 a 15,6 pulgadas.

Disco SSD​

La otra pieza que consigue un notable aumento en el desempeño del sistema son los discos de estado sólido (SSD). Su secreto es que, al carecer de piezas móviles (son memorias Flash) necesitan menos electricidad, lo que permite reducir varios grados de temperatura.

"Recomendamos un mínimo de 256 GB de almacenamiento SSD. Los discos SSD brindan un rendimiento significativamente más rápido en comparación con los discos mecánicos, lo que se traduce en tiempos de carga más rápidos y una mayor capacidad de respuesta general del sistema", agregó Sánchez.

Además, resisten mucho mejor las caídas, las sacudidas, los golpes y el desgaste cotidiano, por lo cual, las probabilidades de perder datos son mucho menores.

Hasta hace unos años, estos discos eran mucho más caros que los tradicionales mecánicos, con lo cual las portátiles base no los incluían. Ahora las notebooks de buen precio, si vienen con SSD. Lo recomendable es que tenga al menos 256 GB.