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jueves, 27 de abril de 2023

Ex presidente de perú: “Además del alcohol, era ‘pipiléptico’”: David Waisman recordó “secuestro” de Alejandro Toledo en el hotel Melody

El "secuestro"
Fuente: infobae



En octubre de 1998, el entonces candidato presidencial Alejandro Toledo denunció haber sido "secuestrado", tras desaparecer 48 horas, pero se determinó que estuvo en un hotel con mujeres.

Alejandro Toledo protagonizó un llamativo hecho en octubre de 1998, cuando aún no era presidente de la república. Luego de su sospechosa desaparición por 48 horas, y ante la preocupación de su entorno, denunció que fue “secuestrado” y “drogado” para ponerlo en situaciones comprometedoras. Pero, en realidad, lo que habría sucedido es que se internó con cinco mujeres en el hotel Melody para presuntamente tener una fiesta desenfrenada.



A más de veinte años de este recordado suceso, David Waisman, quien ocupó el cargo de exvicepresidente de la república durante el gobierno toledista de 2001 al 2006, recordó lo que pensó él y el entorno del exmandatario, tras enterarse de esta situación por una publicación de la revista Caretas.

“Nos dijo: ‘es un error de juventud’. Bueno, nosotros le creímos, le seguimos creyendo, pero parece que él toda su vida, además del alcohol, era ‘pipiléptico’”, señaló Waisman al dominical Cuarto Poder, horas antes de protagonizar una pelea con el exministro de Trabajo, Carlos Almerí, en los exteriores del aeropuerto Jorge Chávez, donde arribó Toledo tras ser extraditado.




“Me han inventado una hija en Piura, me han dicho que soy coquero, además que soy un auquénido de Harvard... ¿Qué más?”, respondió Toledo por ese entonces a la prensa que los buscaba de manera incansable para que esclareciera el tema.



Sin embargo, el tema terminó por diluirse y ser minimizado por sus numerosos simpatizantes, quienes veían en Toledo más que un candidato, a la única persona que motivaba la esperanza de salir de la dictadura de Alberto Fujimori, quien por esos días estaba empecinado en re-reelegirse en la presidencia de la república.

Pese a los esfuerzos denodados de Toledo por hacerse con la presidencia de la república, Fujimori se alzó como ganador. Su derrota conllevaba que este último continúe su mandato por tercer periodo consecutivo. Pero los cuestionamientos de un presunto fraude electoral tomaron fuerza y se organizó a “Marcha de los cuatro suyos”.


Alejandro Toledo protagonizó un llamativo incidente año previos a ser candidato a la presidencia de la república y competir contra Alberto Fujimori en 2020. (Perú21)

Recientemente, Waisman brindó declaraciones a otros medios, en los que soltó fuertes frases en contra de Toledo, pero dejando claro que “no lo odia”.

“[Alejandro Toledo] es un estafador de la fe de 30 millones de personas que creyeron en él (…) Lamentablemente es la historia de un presidente más que engaña al país y que roba (…) Es un corrupto asqueroso”, manifestó Waisman en diálogo con Canal N, el pasado 11 de abril.


Además, comentó que tanto el expresidente como el ministro de Economía y Finanzas (MEF) de ese entonces, Pedro Pablo Kuczynski (elegido mandatario en el 2016), no eran “garantía” de buenas prácticas.


David Waisman fue segundo vicepresidente y congresista por Perú Posible.

“Una vez más me quedé a cargo de la presidencia, en esa época, y [recuerdo que] estaba en pleno proceso el tema de [Caso] Interoceánica. El ministro de Economía tenía una urgencia desmedida -ahora veo por qué esa desesperación- de hacer una reunión en una casona en Miraflores (…) me llamó a mí para que yo presida ese encuentro junto a él, para que yo pueda firmar y darle el visto bueno a la Interoceánica”, señaló.

En otra entrevista al diario Correo, Waisman afirmó: “No lo odio. Tengo hambre de justicia por el daño que le ha hecho al país. (...) Creo que el mejor puñete que le podría dar a él es verlo en la cárcel al lado de (Alberto) Fujimori”.

En setiembre de 2005 se hizo de público conocimiento, por informes periodísticos de ese año, un parte policial con los testimonios de dos recepcionistas del hotel Melody, quienes se identificaron como Job Príncipe Ayala y Héctor Ramos Ysusqui.

Ambos trabajadores con sus relatos echaron por los suelos la denuncia de Toledo que había sido supuestamente secuestrado por “gente montesinista” para dañar su imagen con fines políticos.


Alejandro Toledo apareció a inicios del 2000 como la esperanza para salir de la dictadura montada por el expresidente Alberto Fujimori en el Perú. (Caretas)

Ante las autoridades policiales, Príncipe Ayala y Ramos Ysusqui aseguraron que el exmandatario ingresó al lugar por sus propios medios con cinco curvilíneas jóvenes, a quienes identificaron como “Nataly”, “Itamar”, “Cielo”, “Carla” y “Raquel”.

Además, uno de los recepcionistas detalló que conocía que las guapas mujeres se desempeñaban como trabajadoras del club nocturno Two Star, ubicado en San Isidro.

En ninguna parte de su relato, los recepcionistas mencionan a personas externas obligando a Toledo a ingresar a las habitaciones y que, por el contrario, se le notaba muy cómodo y feliz por su experiencia con las jóvenes dentro de la habitación del hotel.


Alejandro Toledo fue extraditado al Perú el domingo 23 de abril. Llegó a las 7:02 de la mañana custodiado por alguaciles norteamericanos. (PNP)

Ese parte policial, basado en las declaraciones de Príncipe Ayala y Ramos Ysusqui reveló que el expresidente pagó al contado por la habitación y pidió “veinte cervezas chicas, agua mineral y una caja de preservativos”.

“Cuando subí a la habitación para llevar las cervezas y los preservativos, él (Toledo) estaba desnudo, sentado en la cama, acompañado de las féminas, también desnudas. Estaban viendo cintas pornográficas por televisión”, narró Ramos Ysusqui.

Infobae Perú conversó con Luis Solari, quien también fue parte en algún momento del gobierno de Toledo, como titular de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y ministro de salud, para conocer cómo tomaba la noticia de la extradición e internamiento en el penal Barbadillo del expresidente.


El médico Luis Solari ocupó el cargo de premier y ministro de Salud en el gobierno de Toledo, pero se retiró porque el expresidente "empezó a destruir su partido".

“Terminé mi vínculo con el expresidente, su gobierno y el partido en setiembre del año 2004. Si Toledo está acá extraditado, significa que los jueces peruanos y estadounidenses han tenido a la vista elementos claros que los ha convencido de que tiene que responder a la justicia por las imputaciones que se le hacen”, manifestó Solari.

“Debemos estar satisfechos y dar un mensaje al mundo que, al contrario de lo que dicen los expresidentes investigados, el sistema de justicia peruano es confiable y hemos tenido solo en el mes de abril los casos de Hugo Bustíos (por el que se condenó al excandidato presidencial Daniel Urresti) y ahora el de Toledo, donde se muestra claramente que la justicia peruana sí actúa con firmeza”, acotó.

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