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miércoles, 5 de enero de 2022

Estrategia contra el chantaje

 Una opción es la estrategia de inmolación, que consiste en que el chantajeado revela su secreto o blackmail para así dejar sin armas al contrincante. Otra opción es la "destrucción mutua asegurada", mutual assured destruction o MAD, siglas que forman la palabra "loco" en inglés, tambien conocida como "1+1=0"




La Destrucción Mutua Asegurada fue la doctrina estratégica imperante durante buena parte de la Guerra Fría. A partir de un discurso de McNamara en 1962, EEUU incrementó su arsenal nuclear hasta tal punto que suponía que parte de él sobreviviría a un primer ataque soviético. La respuesta sería masiva, con lo que el rival se vería disuadido de dar ese paso. Las iniciales en inglés de la doctrina (la palabra 'mad' significa loco) representaba bastante bien la locura de la mentalidad de la era nuclear. La idea dependía de que el otro no estuviera lo bastante loco como para provocar la destrucción del planeta. Los ciudadanos quedaban en manos de esa premisa, escasamente alentadora.

Es la doctrina concebida por John von Neumann (Matematico) de una situación en la cual cualquier uso de armamento nuclear por cualquiera de dos bandos opuestos podría resultar en la completa destrucción de ambos (atacante y defensor). Paradójicamente, durante toda la Guerra Fría la capacidad MAD nucleada en torno a los Estados Unidos y la Unión Soviética mantuvo una precaria «paz helada» por la disuasión que este potencial acarreaba consigo.1​2​


En efecto, cuando se es consciente de que el único resultado posible de un conflicto es la propia aniquilación —aunque nuestros enemigos resulten igualmente borrados de la faz de la tierra—, los ímpetus belicistas resultan moderados hasta el extremo de desaparecer en la práctica. Dicho en otras palabras, disuade eficazmente a cualquier país o alianza de iniciar hostilidades abiertas contra una potencia o superpotencia nuclear.2​

El equilibrio del terror es una teoría que fue elaborada en la época de la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética y sus aliados del Pacto de Varsovia por un lado y los Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por otro, libraban una carrera armamentista volviendo el enfrentamiento tan peligroso que ninguna de las eventuales partes beligerantes podría esperar obtener ventaja de un conflicto armado (principio de destrucción mutua asegurada o MAD -sus siglas en inglés, que también significa "loco"-).


En esta época se desarrollaron considerablemente los misiles balísticos y los diferentes tipos de armas nucleares. Las potencias constituidas representaban fuerzas capaces de "hacer volar el planeta varias veces", según una expresión popular muy en boca en la época. La asombrosa cantidad de armamento desplazados de una y otra parte condujo a intentar numerosas negociaciones, antes de llegar a acuerdos de desarme parcial.


La doctrina subyacente a esta expresión se entiende como la capacidad de cada bloque antagónico para aniquilar a su contendiente por medio de un ataque nuclear masivo en caso de ser agredido: el primero que intente destruir al otro tiene la seguridad de ser destruido a su vez, anulando completamente su interés en desarrollar tal ataque. Este equilibrio se convertía paradójicamente así en una garantía para la paz y fue de hecho lo que evitó que las dos superpotencias se enfrentaran abiertamente durante el tiempo en que convivieron.


La frase se utiliza habitualmente con fines retóricos, y fue probablemente acuñada por Lester Pearson en junio de 1956 en el décimo aniversario de la firma de la Carta de las Naciones Unidas, cuando dijo: "the balance of terror has replaced the balance of power" (el equilibrio del terror ha reemplazado al equilibrio del poder -o de los poderes-)


Más info

https://es.wikipedia.org/wiki/Estrategia_de_las_armas_nucleares

Si bien los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki crearon una «mítica de las armas nucleares» según la cual toda batalla de estas características conllevaría el fin del mundo, ni EE.UU. ni la Unión Soviética alcanzarían la «suma cero» hasta finales de los años 1960 y la capacidad MAD hasta principios de los años 1970. Esto quiere decir que, por ejemplo, si la Crisis de los misiles de Cuba (1962) se hubiera resuelto violentamente, ninguno de los oponentes habría resultado aniquilado, en contra de la opinión popular. Por el contrario, diversos incidentes con los sistemas de represalia instantánea de ambas superpotencias acaecidos durante los años 1980 y 1990 estuvieron a punto de conducirnos a una guerra termonuclear total.


En la actualidad, y como consecuencia de los diversos acuerdos de desarme que caracterizaron al final de la Guerra Fría y su Posguerra, la capacidad de las principales potencias ha caído por debajo de la suma cero total o MAD para pasar de nuevo a una situación de suma cero simple. No obstante, como se verá más adelante, las prestaciones devastadoras de las nuevas armas nucleares y sus aplicaciones especiales, así como la fragilidad tecnológica de las sociedades modernas, siguen siendo capaces de mantener la disuasión eficazmente.


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