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domingo, 12 de marzo de 2023

Filtran los nombres de los argentinos que quisieron borrar su pasado de Internet

Eliminalia, una empresa española de gestión de la reputación online, utiliza tácticas de manipulación para eliminar artículos periodísticos. ¿Cómo funciona?

Hay una máxima suprema que durante años todos los internautas conocen y repiten hasta el hartazgo: lo que se sube a internet ya no es más privado y queda para siempre en la red. Pero, como toda ley, siempre hay una trampa, y al parecer, Eliminalia, una empresa española de gestión de la reputación online consiguió lo que parecía imposible: borrar el pasado adverso de una persona en la red.


Si, el sueño de muchos que pretenden evitar que cualquier persona, con apenas escribir su nombre en Google, pueda conocer esos antecedentes que se quieren ocultar, es posible. Los acusados en la Justicia de estafa, corrupción, narcotráfico o blanqueo de dinero ahora pueden limpiar su buen nombre en la red.


“Nos dedicamos a borrar su pasado por completo. Porque usted también tiene derecho al olvido”, ofrece Eliminalia en su web, una empresa española que captó en los últimos años miles de clientes de todo el mundo deseosos de limpiar su imagen de Internet. Una filtración global liderada por la organización sin fines de lucro Forbidden Stories obtuvo más de 47.000 documentos internos de esta compañía, que detallan polémicos mecanismos utilizados para llevar adelante la tarea. El negocio le permitió a la firma con sede en Barcelona facturar más de 100 millones de euros en los últimos años.

Entre los documentos filtrados, aparecen 39 argentinos que pagaron por sus servicios. Desde personas denunciadas por corrupción, hasta condenadas por narcotráfico. Sin embargo, en su mayoría son desconocidos en la escena pública. También hay casos más mundanos de médicos que quieren borrar registros por hechos de mala praxis, o mujeres que simplemente pretendían eliminar fotos comprometedoras publicadas en la web.

Cómo se borra el historial

La compañía española tenía un amplio abanico de estrategias para que sus prácticas fueran exitosas. Primero había amenazas legales a periodistas, medios de comunicación, portales y blogs para que despublicaran los artículos. Si esos intentos eran infructuosos, aparecían otras artimañas, como la creación de fake news con el nombre de los involucrados para que quedaran ubicadas en Google por encima de las noticias que querían tapar. Pero también se activaban bots en las redes sociales para sumar elogios a sus clientes, y hasta clonar websites si era necesario, según se desprende de la investigación global liderada por Forbidden Stories.

Los documentos de la nueva filtración fueron procesados por esa organización francesa y el consorcio periodístico internacional OCCRP (siglas en inglés del Proyecto de Reportería del Crimen Organizado y la Corrupción), en el marco del proyecto Story Killers. Participaron en la investigación global 100 periodistas de 30 medios, entre ellos algunos de los más prestigiosos del mundo como The Washington Post, The Guardian, El País, Der Spiegel, Le Monde, así como Infobae y La Nación por Argentina. 

El leak contiene 47.666 documentos, entre ellos 28.270 contratos, 1.308 imágenes, 6.000 correos electrónicos, que involucran a 598 empresas, 1.252 clientes de 54 países y entre los cuales se encuentran 39 argentinos en un total de 51 registros. Los casos abarcan desde 2015 hasta 2021. Los clientes pagaron entre 250 y 1000 euros por artículo que buscaban eliminar de la web, e incluyeron desde políticos y empresarios corruptos hasta empresas y bancos, como la Banca Privada de Andorra, acusada de maniobras de lavado para Odebrecht, entre otros clientes conflictivos, según la investigaciòn liderada por Forbidden Stories.

Los abogados de Eliminalia se negaron a responder preguntas a OCCRP, argumentando que muchas de ellas se referían a secretos comerciales de los clientes de la empresa, y alegaron que “la orientación y el contenido de la gran mayoría de las preguntas demuestran un enfoque parcial y deshonroso”.

Los nombres argentinos

El financista argentino-israelí Diego Marynberg fue la persona que más dinero le pagó a Eliminalia entre los más de 1.252 clientes que revisó la investigación de Forbidden Stories a nivel global. El dueño del fondo de inversión Adar Capital Partners pagó en total 424.000 euros para ocultar o borrar notas periodísticas negativas que lo mencionan como partícipe de operaciones con dinero manejado por funcionarios venezolanos sospechado de provenir de corrupción o de lavado.

Sus negocios en ese país durante el gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro lo pusieron hace unos años en la mira de las autoridades norteamericanas, acusación que fue desmentida tajantemente desde la cabeza de su emporio empresarial, Adar Capital Partners. En ese momento, atribuyeron esas publicaciones a una “campaña de extorsión” a través de “noticias falsas” en los medios para perjudicarlo.

Silvana Relats es otro de los nombres más conocidos entre los argentinos que contrató a Eliminalia. Esta empresaria firmó un contrato de puño y letra en abril de 2017 -un año y medio antes de morir- con la empresa española para borrar cuatro enlaces de medios argentinos que hacían referencia a ella a partir de una presunta relación comercial con el matrimonio Kirchner, pero que se referían a aspectos de su vida privada.

Relats pagó 2.200 euros a Eliminalia para borrar esos enlaces, sin embargo, al menos una de esas notas periodísticas todavía continúa disponible para su lectura y era indexada por Google en una búsqueda regular. La empresa incluyó en la lista de artículos para borrar uno estrictamente judicial que involucraba a la sociedad JCR, las siglas de su padre Juan Carlos Relats, que habría mantenido un vínculo comercial con los Kirchner a través de la administración de su hotel boutique en El Calafate, que quedó bajo investigación de la Justicia.


Otro de los argentinos que figura en la filtración es Claudio Carrasco, dirigente del Frente de Todos de Suipacha, provincia de Buenos Aires. Este empresario de la carne fue condenado por un hecho de narcotráfico del año 2000 y cumplió una condena de cuatro años en prisión. Casi 20 años después de ese episodio, Carrasco fue candidato a intendente de la localidad bonaerense en 2019 por el kirchnerismo, ganó las PASO dentro del Frente de Todos, pero finalmente perdió las elecciones generales.

Semanas antes de competir en las elecciones, Carrasco habría firmado un poder en favor de Eliminalia, según consta en los registros de la filtración.

Diego Emiliano Corzo Fittipaldi, otro de los clientes de Eliminalia, fue mencionado como posible sicario en la investigación por el asesinato de Leopoldo “Poli” Armentano en los 90′, aunque la investigación no avanzó en su contra. El argentino emigró a España y luego fue detenido por su supuesta relación con una banda de narcotraficantes que había ingresado más de una tonelada de cocaína a Europa. Pero su pasado se hizo más borroso con el paso del tiempo, especialmente porque su nombre aparece vinculado en Internet a las más diversas actividades, notas que lo involucran en la industria del cine, pero también en la inversión de hoteles y hasta en el mundo del fútbol.

Corzo Fittipaldi pagó más de 2.000 euros a Eliminalia, según los registros de la filtración. Su rastro es más difícil de seguir desde que en 2019 requirió a la Justicia quitarse el apellido “Corzo” y quedarse solo con “Fittipaldi”. Según los últimos registros oficiales, él o un homónimo estaría radicado en Broward, el condado donde se ubica la ciudad de Fort Lauderdale, en el estado de Florida.

Hernán Westman tocó las puertas de Eliminalia para borrar una acusación de la que finalmente fue sobreseído en la justicia, pero lejos de estar satisfecho por el servicio, este argentino ahora tiene que lidiar con las fake-news creadas por la empresa española que lo ponderan como un experto en perros, una leyenda del tenis argentino y un exitoso empresario de la industria hotelera.

Su nombre se hizo público cuando allanaron su casa en Nordelta en noviembre de 2017. Westman fue señalado como un lavador del cartel de Sinaloa en Argentina. Un juez lo procesó por el delito, pero luego la Cámara Federal revirtió el fallo y terminó por ser sobreseído. Meses después de haber sido beneficiado en tribunales, Westman se puso en contacto con Eliminalia en 2021 para intentar borrar algunos artículos periodísticos.

Santiago Alejandro Lynch es otro de los nombres que figura entre los clientes argentinos de Eliminalia. Este empresario fue denunciado en 2007 por el presunto ofrecimiento de un soborno al entonces diputado Héctor Recalde para detener un proyecto de ley por los tickets canasta. Fue acusado por ese delito y sobre él pesaba un pedido de captura internacional de Interpol, pero finalmente el Tribunal Oral Federal N° 2 terminó por condenar al otro acusado, Miguel Gutiérrez Guido Spano, en 2015, y lo sobreseyó a él en 2016.

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