Un periodista de Diario UNO visitó las instalaciones que tiene la firma en la provincia. Le ofrecieron inversiones extraordinarias, un cambio de vida y un capuchino que le salió gratis
Esta semana, un debate en Twitter sobre Zoe despertó el interés inmediato de 11.000 personas. La empresa promete no sólo ganancias siderales en dólares sino también un plan para educarse y "crecer espiritualmente"; aunque muchos la acusan de ser una laberíntica estafa piramidal. Pues bien: el cronista, simulando ser un interesado más, llega a las oficinas que la firma tiene en Mendoza en mitad de una semana calurosa, con la expectativa de averiguar si lo van a convencer o no.
El complejo se ubica en la Lateral Sur del Acceso Este, cerca del Cóndor. Es un predio grande que no está escondido ni parece turbio. Al contrario: tiene un aire de club, de universidad privada o quizá de discoteca. Todo junto. En el frente, varios ploteos con el fondo color cielo aconsejan: "Invertí en tu futuro".
I. La llegada
-Hola, quería conocer un poco de qué se trata Zoe. He escuchado muchas cosas...
-Me imagino. Sí, adelante.
Un par de escalones y un hall. Adentro, un grupo de personas muy simpáticas saludan al que llega con cortesía casi oriental.
"Pasá a la oficina, sentate ¿Querés un café, un capuchino?", pregunta un muchacho que acá llamaremos Dante y que será el guía en este nuevo mundo que está a punto de abrirse. Durante los próximos cuarenta minutos, el asesor conversará sobre la vida cotidiana, el sistema económico mundial que hace sufrir tanto a la gente y la necesidad de "cambiar el chip" para vivir de otra manera.
"De esto tenemos que salir ayudándonos entre todos. Y acá siempre nos ayudamos. En Mendoza ya somos 2.000", abre el juego Dante mientras mira a los ojos del visitante (sin saber que es periodista), que -siempre atento- se toma el primer sorbo del capuchino porque intuye que es gratis.
Sobre la mesa hay dos carpetas. Una tiene fotocopias a color con diferentes folletos metidos dentro de folios. La otra contiene documentos legales. Dante muestra primero la más colorida. "Somos un holding empresarial que se dedica a la educación y a las inversiones -define-. Vos podés integrarte como miembro de varias maneras. Una es ingresando a la Universidad del Coaching, un sistema que te permite estudiar mientras recibís dinero".
Así como suena. Para entrar a la Universidad hay que pagar como mínimo 500 dólares. Eso le da al estudiante el derecho de transitar una carrera a lo largo de tres años, eligiendo entre "profundizaciones" como Física cuántica, Oratoria, Coaching cristiano, Inteligencia emocional, etc.
Dante da una información que tranquiliza: "Igual la vas a ir llevando a tu ritmo. En algún momento vas a rendir, pero eso depende de tus tiempos. Cada uno tiene sus momentos", filosofa.
Entre tanto, Zoe asegura que otorgará un 7,5% de ganancias en dólares por mes. Y eso si uno pone 500 dólares. Si uno decide invertir más plata en "su futuro", la tentación es mayor. Así, metiendo 100.000 dólares, la ganancia es de 10% mensual; lo que -interés compuesto mediante- se convertiría, tras doce meses, en 313.842,84 dólares.
Todo eso sin contar que en caso de que uno incorpore nuevos miembros, recibirá ganancias extra. Al final de la carrera en la Universidad del Coaching, el estudiante saldría convertido en millonario.
Qué loco: lo que falta en este mundo no es plata, sino paciencia. Suena como una de las máximas que suele elaborar el director de Zoe, Leonardo Cositorto, en las charlas "motivacionales" que brinda a lo largo del continente.
II. Zoe Cash
En el otro extremo de la mesa está la otra carpeta, que contiene una inscripción en la AFIP y una serie de contratos y documentos de Argentina y de otros países. No es tan frecuente que en una compañía le muestren a uno ese tipo de cosas en un primer contacto, pero teniendo en cuenta las noticias de las últimas semanas, se entiende.
Dante amplía su oferta: "También tenemos una criptomoneda que muy pronto va a estar respaldada con oro". Se refiere a Zoe Cash, un dinero inventado por la empresa "con el que en breve vas a poder ir a comprar a los supermercados de Mendoza".
En 2021, el famoso Cositorto aseguró que ya se estaba trabajando en una mina de San Juan de la que se extraería el oro para respaldar la cripto. Dijo que el 2022 podía comenzar con una especie de retorno a una etapa clásica del capitalismo: un gramo de oro equivaldría a un Zoe Cash.
Más tarde se supo que la noticia iba a "postergarse" y que las autoridades sanjuaninas no registran ninguna actividad minera a nombre de la empresa. Pero Cositorto no se privó de compartir el anticipo en las redes. Y resulta que las minas no estaban sólo en San Juan sino también en Jujuy:
Atendiendo a toda esta información, la Comisión Nacional de Valores (CNV) intimó el 29 de octubre de 2021 a Cositorto y su holding "al cese inmediato en todo el territorio de la República Argentina de toda invitación u ofrecimiento público de negociación o de cualquier otro acto jurídico con valores negociables (...) y de todo asesoramiento en materia de mercado de capitales y cualquier otra actividad de intermediación en la oferta pública por no contar con la autorización legal requerida".
Igual eso no influyó mucho en el comportamiento de Zoe. De hecho, luego se sumaron denuncias, que llevan los números 2511, 2512, 2526, 2532 y 2583 de acuerdo con los registros de la CNV; por lo que el 7 de enero de 2022 la entidad decidió iniciar un sumario que está en marcha y advirtió que a esa fecha Zoe todavía no conseguía los permisos para realizar esas actividades.
La ONG Bitcoin Argentina presentó su propia denuncia, subrayando que el historial financiero de Cositorto deja algunas incógnitas y mencionando que es sorprendente que en un lapso mínimo Zoe se haya convertido en una constelación de más de 30 empresas.
Las críticas no parecen haber disminuido el ánimo en las oficinas de Mendoza. Dante da la impresión de saber algo sobre esos líos, pero a lo mejor los minimiza. "Zoe es algo nuevo, disruptivo. Como toda novedad, al principio molesta", resume.
III. "Últimamente nos están criticando mucho"
"Vas a escuchar que últimamente nos están criticando mucho -retoma Dante-. Pero es porque las cosas nuevas siempre generan miedo. El gobierno nos critica, y seguramente vos igual que yo estás cansado de dejarle tu plata al gobierno".
El capuchino ya va por la mitad y la carpeta con afiches en los folios sigue ahí. La hojeamos: aparece una cantidad impresionante de emprendimientos que van desde una hamburguesería hasta un taxi aéreo, sin olvidar un multiverso à la Mark Zuckerberg y una serie de convenciones que se ven bastante entretenidas, con gente agitando, mesas y luces multicolor.
-Todo esto es Zoe. Ahora en Mendoza estamos por abrir Zoe autos, donde vas a poder comprar vehículos- augura mi asesor.
¿Y de dónde salen esos autos? Dante dice que si uno no tiene dinero para invertir y volverse miembro, en Zoe se aceptan otros bienes. Lo explica casi con dulzura: "A lo mejor tenés un terrenito y querés que te rinda; o un auto. Te venís, nosotros traemos a un tasador, lo tasamos, firmamos un contrato y ya lo metés en Zoe, a la cotización que te hayan hecho, generándote interés de forma mensual".
En Buenos Aires, Zoe autos ya existe. También Zoe Pets, Zoe Fitness y otros rubros. Como Zoe Burguer, un restaurante de comida rápida que se ubica en Olivos, en la zona norte del conurbano
Y como la sabiduría discurre por caminos muy diversos, Zoe también es el sponsor de Chacarita Juniors. Hasta tiene su propio equipo de fútbol, que se llama -adivine el lector- Deportivo Zoe. De acuerdo con notas periodísticas publicadas en Olé, el club avanza a paso firme y cuenta con el asesoramiento nada menos que de Miguel Ángel Brindisi y Alejandro Mancuso.
Y está lo de las minas de oro, desde luego, pero esa es una historia de la que hablaremos más adelante.
-Che, pero están creciendo como una multinacional.
-De hecho estamos en más de veinte países, sí.
-¿De dónde sale la plata?
-De muchas inversiones. Tenemos además un equipo de 250 traders profesionales (corredores de bolsa) que operan en los mercados con el dinero que les provee la empresa. Viste cómo es ese ambiente. El que sabe moverse puede ganar mucho dinero.
Lo que más impacta de estos traders que describe Dante es su generosidad; o la generosidad con que Zoe los hace trabajar. Porque en lugar de quedarse con el dinero que ganan, la firma decide que estas supuestas ganancias sean repartidas entre los que pusieron guita, a intereses muy por encima de cualquier otro negocio.
-Es así. Acá nos ayudamos entre todos -repite Dante-. Si la vida es una sola...¿Vos qué edad tenés?
-41, ¿y vos?
-34. Cuando cumplí los 30 me miré al espejo y me dije ¿cuántas vacaciones me quedan? ¿Vos te has preguntado cuántas vacaciones le quedan a tu vida? Te aseguro que te vas a asustar. Y hablando de vacaciones, te quiero mostrar algo que todavía no vio casi nadie...
Dante saca su celular y aprieta play en un video. La imagen muestra a una playa grabada desde un dron, con palmeras y casas muy bonitas. Musiquita canchera, como de casamiento o cumpleaños de 15. De pronto se ve el logo de Zoe y un título: "Ciudad Cristal".
Dante me explica: "Esto es un proyecto que tenemos en Colombia. Una ciudad sustentable. Eso que vas ahí es una huerta. Vas a poder irte de vacaciones ahí. O irte a vivir, lo que vos quieras. Como te contaba, esto se trata de romper esquemas".
Ya es casi mediodía; afuera está el sol de Mendoza en enero. Y mientras mira las playas en la pantalla del teléfono, el cronista piensa que dentro de un rato tendrá que entrar en la redacción para escribir este texto, o alguna otra nota que alguien probablemente leerá mientras está en el baño. Ante esa perspectiva, mudarse a Colombia, frente al mar, no suena nada mal.
IV. "No hay ninguna denuncia"
El diálogo se acercará muchas veces a los temas polémicos que hay alrededor de Zoe. Dante no los esquiva, pero si ve que el potencial miembro no le responde, pasa a otro asunto.
"Hasta ahora -aclara- ni una sola persona se quejó. Nadie dejó de cobrar mensualmente sus beneficios. Deberías escuchar el debate que se dio el otro día entre un tuitero y el abogado de la empresa ¿Lo escuchaste?".
Por supuesto: el jueves, el usuario @BetoMendeIeiev invitó a debatir al abogado de Zoe, Francisco Oneto (@fraoneto), en uno de los nuevos "espacios" de Twitter. El argumento de Oneto fue justamente ese: que si no había denuncia no había damnificados, y por lo tanto no hay delito.
"Principio de lesividad, papá -pinchó Oneto-. Si no hay lesividad, no hay estafa".
Aquí debate
https://www.youtube.com/watch?v=yrSerQcNC28
Su interlocutor preguntó si Zoe presentaba balances, si alguien la auditaba, a lo que Oneto respondió que eso en todo caso era un asunto administrativo y no demostraba que se cometiera ningún crimen.
Mendeleiev -que ha dicho varias veces que para él se trata de una estafa piramidal- retrucó: "Ustedes afirman que Zoe Cash va a llegar a unos 55 dólares, que es lo que vale un gramo de oro. Para eso, según la cantidad de tokens que hay de Zoe Cash, deberían alcanzar 100.000 kilos de oro, dos veces lo que tiene el Banco Central. Sin contar que las exportaciones de oro de Argentina son de 2.400 millones de dólares; o sea que Zoe tendría que extraer más de dos años de las exportaciones totales de oro del país para cumplir eso".
Oneto no se quedó callado: "¿Y vos sabés que Pablo Escobar pagó la deuda externa de Colombia? Además, Zoe no está solo en Argentina sino que opera en unos 24 países", espetó. Así siguieron durante casi una hora.
Pequeño aporte extra: cualquiera que investigue las estafas piramidales descubrirá un método sencillo para distinguirlas: cuando es más importante meter gente a la red que vender el producto o el servicio, hay que encender las alarmas.
V. Despedida con quincho y pileta
Terminado el capuchino, Dante invita a recorrer el predio de Zoe Mendoza. Al fondo de las oficinas hay una pileta semivacía, un salón con una pizarra donde caben 500 personas y unas churrasqueras con una gran mesa. "Ahí donde ves la mesa hacemos reuniones. Cada tanto, algún festejo. A veces también nos juntamos con los referentes, hacemos asados, etc.", informa.
No se percibe mala intención en Dante. Sí las ganas de sumar miembros a esta suerte de fraternidad. "Yo entré con mil dólares y la empresa me está apalancando con 400 más. Así empecé a desarrollarme", recuerda. Saca otra vez el teléfono y muestra una aplicación donde hay unos íconos y cifras. Supuestamente son sus fondos y sus ganancias.
La despedida es sencilla. "Gracias por tu tiempo y por escucharme. Hablemos", dice Dante. La promesa de quien escribe estas líneas es pensar a lo largo del fin de semana, para saber si está bueno o no entrar a Zoe.
Esta nota es fruto de esa reflexión.
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