El procedimiento se remitió a la Oficina General de Sumarios del Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia, desde donde se llevará adelante el sumario. La denuncia penal ya está siendo investigada por la Justicia.
El caso recuerda el accionar de la operadora del CEO en el caso Florencia Romano, la joven que fue víctima de femicidio en diciembre del 2020. En aquella ocasión la que no dio respuesta al pedido de auxilio fue la mujer policía que atendió la llamada. Esta vez, la responsabilidad recae en el operador del SEC.
La diferencia es que en el caso de Florencia Romano, quien realizó el llamado fue un vecino que se encontraba muy nervioso, motivo por el que la operadora decide no seguir atendiéndolo.
Esta vez, en el audio se escucha a Valentino González Tovar pedir amablemente la ambulancia, explicar los síntomas no solo a la operadora del CEO sino también al profesional del SEC. Además, detrás se sienten las quejas de su madre y el llanto de su sobrinito.
Pese a todas estas circunstancias, el hombre que atendía en ese momento las llamadas, decidió no asistirlo enviando una ambulancia. En lugar de eso, decidió explicarle que fuera por su propia cuenta a buscar ayuda.
Es imposible saber si la ambulancia hubiera llegado a tiempo o no, lo cierto es que nunca fue enviada y luego se encontró muertos a Valentino y a Irma del Carmen en la habitación del hotel, mientras que al niño se lo alcanzó a llevar al hospital para su atención
Muerte de los turistas venezolanos: Salud inició un sumario administrativo y denunció penalmente al operador del SEC
El Ministerio de Salud de la provincia inició un sumario administrativo contra el operador del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) que atendió al turista venezolano que solicitó ayuda médica. Además, desde la cartera de Salud denunciaron penalmente al operador por “presuntas irregularidades en el desempeño de su labor”.
En el momento de conocer los hechos, desde el SEC se pudo determinar que la llamada había sido derivada a un operador. Ante este hecho, se procedió inmediatamente a realizar la denuncia penal correspondiente. Además, se inició sumario administrativo y se suspendió preventivamente al operador.
El procedimiento se remitió a la Oficina General de Sumarios del Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia, desde donde se llevará adelante el sumario. La denuncia penal ya está siendo investigada por la Justicia.
El trágico accidente
Una mujer venezonala identificada como Carmen Tovar Nacuare (55) y su hijo Valentino González Tovar (23)fueron encontrados muertos el domingo 9 de enero en el interior del apartamento que alquilaban en el hotel céntrico Reina Victoria. Junto a ellos se encontró también a un niño de 6 años, nieto de la mujer y sobrino del joven, y quien estaba vivo y fue derivado al hospital Notti. El sonido del agua correr que advirtió desde afuera una empleada de limpieza y los golpes insistentes a la puerta -sin respuesta desde adentro- motivaron a que la empleada llame a la policía.
Cuando ingresaron al apartamento, encontraron a la mujer y su hijo sin vida en la cocina y la cama del apartamento. Además, asistieron de inmediato al niño de 6 años que todavía se encontraba con vida. El pequeño fue derivado al hospital Notti, donde llegó con un cuadro de deshidratación.
Sin embargo, una vez internado en el centro asistencial pediátrico confirmaron que el niño, además, tenía coronavirus.
Tras detectar las fugas de gas en el interior del apartamento, la Justicia también investiga si hubo responsabilidad de los encargados del alojamiento, ya que no se hizo una inspección para determinar si las instalaciones estaban en condiciones antes de ponerla a disposición de los visitantes.
En las últimas horas se conoció un dato que sería fundamental en la investigación y que, al igual que ocurrió en el caso del femicidio de la adolescente Florencia Romano, vuelve a poner bajo la lupa el accionar del 911 y del CEO. Y es que trascendió un llamado realizado por el propio Valentino González Tovar al 911, minutos antes de que se produzan los decesos, y donde solicita una ambulancia ya que su mamá y su sobrino (Carmen y el niño, respectivamente) estaban vomitando.
Según se desprende del audio de poco menos de 3 minutos (donde fue grabada toda la comunicación), la operadora derivó la comunicación a un médico del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) y a quien el joven le insistió con el pedido de una ambulancia. Lo que le da mayor dramatismo a la secuencia es que, de fondo al llamado telefónico, se escucha a la mujer -madre de quien llamaba- quejarse del malestar y el sonido de las arcadas. Incluso, se escucha el llanto desconsolado del niño
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