La Corte de Justicia de Mendoza condenó al empleador -dueño de una estación de servicio- a abonar $150.000 en concepto de daño moral a favor de la trabajadora que era obligada a usar como uniforme una calza de un talle menor al suyo.
“La imposición de vestimenta claramente sexista importa una cosificación y degradación del cuerpo” sostiene este importante precedente. Se trata de un caso de discriminación por sexo, dado que la empleada era obligada a vestir de una manera diferente al resto de sus compañeros, todos ellos varones.
F. V. – Corte de Justicia de Mendoza – 7/05/2021
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