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viernes, 25 de agosto de 2023

Absuelto en un jury. Juez estaba en un prostíbulo, ordenó un allanamiento, zafó de la destitución y volverá a su cargo de juez

Cuatro integrantes del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados postularon la destitución de Onildo Stemphelet, y otros cuatro, su absolución, por lo que se lo declaró “no culpable”



El Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios declaró no culpable al juez de Ejecución Penal de Bahía Blanca Onildo Osvaldo Stemphelet, acusado de haber ordenado una serie de allanamientos en el prostíbulo en el que se encontraba en ese momento. Además, en la sentencia se ordenó la restitución en su cargo.


El veredicto de no culpabilidad a favor del magistrado fue por mayoría. La acusación había sido formulada por la Procuración General de la Suprema Corte de Justicia y la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento.


El presidente de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Sergio Torres, votó por la destitución e inhabilitación del juez Stemphelet. Su posición contó con la adhesión de los conjueces María Lorena Mandagarán, Julián Alberto Oliva y Gabriela Demaría.


En cambio, votaron por la restitución del juez en su cargo los conjueces: Pablo Agustín Grillo Ciocchini, Aníbal Juan Mathis, Jorge Pablo Martínez y Pedro Arbini Trujillo.


Fue, en rigor, un empate que jugó a favor de Stemphelet. El juez seguirá en su cargo porque el Jurado de Enjuiciamiento no alcanzó la mayoría requerida por la ley. La norma requiere de seis votos para decretar la destitución de los magistrados y funcionarios judiciales en la provincia de Buenos Aires. Al no alcanzar esa mayoría, en parte debido a la decisión de tres legisladores de no participar en el jury, el magistrado seguirá en funciones.


“Mándeme un móvil. Tengo que denunciar un robo”, exigió el juez Stemphelet el 13 de mayo de 2019. Cuando el magistrado llamó al comisario inspector de la policía bonaerense a cargo del Comando de Patrullas local no aclaró que el supuesto robo había ocurrido en un prostíbulo que funcionaba en un departamento situado en el barrio Villa Soldati, de Bahía Blanca, donde había mantenido un encuentro sexual con una mujer a cambio de dinero.


Ante el pedido del juez, el jefe policial no mandó un móvil: para quedar bien con el magistrado, el comisario inspector envió cinco vehículos que fueron desviados de las zonas de patrullajes que debían custodiar para responder al llamado del juez que estaba indignado porque la mujer con la que mantuvo el encuentro sexual, supuestamente le había robado $3000 y su billetera. Por ese pedido, el magistrado enfrentó el jury que terminó con su absolución.


El jurado que dictó el veredicto de no culpabilidad contra el magistrado Stemphelet estuvo presidido por el titular de la Suprema Corte bonaerense, Sergio Torres, e integrado por Gabriela Demaría, María Lorena Mandagarán –en representación del Poder Legislativo– y los conjueces Aníbal Mathis, Pablo Grillo Ciocchini, Jorge Pablo Martínez, Julián Oliva y Pedro Arbini Trujillo, de parte de los abogados de la matrícula. Ulises Giménez estuvo a cargo de la Secretaría Permanente de Enjuiciamiento de Magistrados bonaerenses.


“Se resuelve restituir al doctor Onildo Osvaldo Stemphelet a su cargo de titular del Juzgado de Ejecución N°2 del Departamento Judicial Bahía Blanca. Disponer el levantamiento del embargo que oportunamente resolviera este jurado sobre el 40% del sueldo del citado magistrado, a cuyo efecto deberá comunicarse a la Secretaría de Administración de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Buenos Aires”, se consignó en la sentencia del Jurado de Enjuiciamiento.


Acusación y defensa

Durante los alegatos, el fiscal Lucas Oyhanarte, en representación de la Procuración General de la provincia, había solicitado la destitución de Stemphelet. En tanto, la defensa, a cargo de Graciela Cortázar, pidió que los cargos contra el juez de Ejecución Penal de Bahía Blanca fueran desestimados, bajo el argumento de que no habían sido acreditadas las eventuales conductas impropias que se le imputaban al magistrado.


Oyhanarte dijo que, según se desprendía de las pruebas reunidas en el expediente, Stemphelet había incurrido en “incumplimiento de los deberes inherentes al cargo, realizar hechos o actividades incompatibles con la dignidad y autoridad del cargo judicial que poseía, la comisión de graves irregularidades en los procesamiento en los que hubiera intervenido y la defección de la buena conducta”.


Tampoco descartó la “posible comisión de delitos como privación de la libertad, violación de domicilio y abuso de autoridad”, en referencia a la mujer involucrada en el episodio que derivó en el operativo en el “privado”.


“No caben dudas de que incurrió en mal desempeño y que se apartó de la buena conducta exigida para permanecer en el cargo”, sostuvo el fiscal.


A la hora de ensayar su propio descargo, Stemphelet sostuvo ante el jurado de Enjuiciamiento: “Al momento de haber advertido el faltante de dinero y la tarjeta de crédito, cuando estaba en la calle, tuve algunas emociones encontradas, dado que no sabía realmente si llamar a la policía, denunciar o no decir nada e irme a mi casa para que nadie se entere de nada”.


Me pareció más honesto, más digno, denunciar el hecho, no dejarlo pasar inadvertido por más que sabía que esa situación me iba a perjudicar”, añadió.


Stemphelet agregó que después de que la policía llegó al lugar, a instancias de su denuncia, él subió a su vehículo y se retiró.


“Posteriormente me enteré de que a la mujer la habían llevado a la comisaría, la habían identificado; hasta ese momento me quise desentender del tema, ya que cuando la fiscalía lo considerara pertinente me iba a citar”, expresó.


“En ningún momento ingresé después de que llegara la policía al departamento, ni observé un procedimiento, sea allanamiento o requisa”, afirmó el magistrado, que así concluyó su alegato: “Estoy acá para que se sepa la verdad, nada más”.

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