Casi todos nosotros, cuando decimos consumir un alimento envasado que lleva bastante tiempo en la despensa o en el frigorÃfico, lo primero que comprobamos es que no está caducado. La fecha impresa en el paquete nos protege del riesgo de una intoxicación o problemas incluso más graves.
La mayor parte de nosotros también sabemos que Al Capone fue un lÃder de la mafia que fue encarcelado por evasión de impuestos.
Sin embargo, a pesar de ser uno de los mafiosos más sanguinarios de la época, nunca le pudieron imputar crÃmenes de sangre. ¿Por qué el pueblo no le delataba? ¿Por miedo? SÃ, claro, por miedo, pero también por agradecimiento.
En la Gran Depresión a final de los años 20, Al Capone abrió numerosos comedores sociales para dar comida gratis a los pobres y clase media que no tenÃan nada que llevarse a la boca. De esta forma se ganaba la imagen de buen samaritano y tenÃa a la gente de su lado. A pesar de los miles de dólares que le costaba a diario, recibÃa el apoyo incondicional de su pueblo, limpiando asà su imagen de asesino sanguinario
Uno de los productos estrella de aquellos comedores era la leche, la cual Al Capone compraba en grandÃsimas cantidades. Evidentemente los controles de calidad y caducidad, en aquellos tiempos, no existÃan, claro está.
Pero en uno de esos comedores ocurrió una fatalidad- Al Capone vio morir a un niño familiar suyo por intoxicación tras consumir leche en mal estado.
Con la aparente motivación de proteger a los ciudadanos, Al Capone exigió a los gobernantes que las botellas de leche llevasen impresa una fecha de caducidad. La medida se extendió después a todo tipo de alimentos.
Eso sÃ, al parecer también Al Capone tenÃa bajo control toda la maquinaria existente para realizar estas inscripciones meses antes de la entrada en vigor de la ley, obligando al resto de fábricas de leche a comprarle a él esas máquinas.
Del negocio de venta de maquinaria de estampado se hacÃa cargo su hermano Ralph, el cual empezó a ser conocido como “Bottles” (botellas) Capone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario