La jubilación anticipada para los trabajadores vitivinícolas y los contratistas ha sido algo muy anhelado por el sector, ya que la mayoría, al momento de jubilarse, no había alcanzado los años de aportes y debía acordar un plan de pago para ponerse al día. Desde los gremios aguardaban ayer la aprobación en el Senado de los proyectos de la senadora Anabel Fernández Sagasti, que establecen un régimen previsional especial para obreros y contratistas de viñas.
Juan Carlos Aguirre, secretario gremial de Foeva (Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas), comentó que estaban muy esperanzados con la posible aprobación, porque es algo muy necesario para los obreros de viña y los contratistas, y que se trataría de un logro histórico. Por otro lado, resaltó que los trabajadores rurales en general -representados por la Uatre, Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores- ya cuentan con el beneficio de la jubilación anticipada.
Aguirre explicó que la mayor parte de los obreros vitivinícolas no llegan a completar sus aportes, porque no pueden seguir trabajando hasta la edad de jubilación. Es que la labor ardua, al sol y con frío, suele provocarles un deterioro y en ocasiones enfermedades, que les impiden seguir activos hasta los 60 o 65 años. De ahí que, quienes no se jubilan de modo anticipado por discapacidad, suelen verse obligados a entrar en una moratoria.
El gremialista comentó que han estado en contacto con varios legisladores mendocinos para que puedan defender el proyecto en el Congreso nacional y que se entienda la importancia de permitir que los obreros de viña se jubilen a los 57 años, sin distinción de sexo, cuando acrediten 25 años de servicios en blanco.
El secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza, Edgardo Lera, detalló que para ellos no sólo es importante la posibilidad de jubilarse anticipadamente, sino también que se les paguen los 12 meses del año. Es que a los contratistas no se les abona la mensualidad en marzo y abril, lo que los deja sin ningún tipo de cobertura social durante esos 60 días e impacta de modo negativo a la hora de la jubilación.
Lera subrayó que, al no recibir el pago mensual, se quedan sin obra social, sin salario familiar y sin aportes. De ahí que, en cierta medida, el trabajador está “en negro” por dos meses. Esto, pese a que siguen desarrollando tareas, como regar, cuidar el galpón, las maquinarias y las herramientas. Es que, si bien el contratista se queda un 15% de la producción, los acopiadores e industriales no pagan al contado, sino recién a partir de mediados de año.
Esta modalidad de contratación ha generado también que, a la hora de jubilarse, el trabajador se encuentra con que los dos meses al año sin mensualidad se han acumulado y generado 5 años sin aportes, que le impiden jubilarse.
Lera resaltó que ha sido una lucha de muchos años para que los legisladores aprueben la modificación que establezca el cobro los 12 meses del año y la jubilación anticipada. E indicó que, en el marco de las paritarias, las cámaras empresariales se han mostrado de acuerdo con este cambio en la modalidad de contratación. “Si esto se aprueba, creemos que va a ser algo histórico”, planteó.
Walter Pavón, gerente de relaciones institucionales de Bodegas de Argentina, manifestó, sobre la propuesta de modificación del régimen previsional del trabajador de viña y del contratista, que están de acuerdo con el reconocimiento del esfuerzo que implica su labor. Sin embargo, también planteó la preocupación del sector empresario –y de los pequeños y medianos productores- sobre el impacto que puede tener este incremento de 2 puntos porcentuales en los aportes patronales, que apunta a no desfinanciar al sistema jubilatorio al implementar la jubilación anticipada.
En cuanto a los contratistas específicamente, desde Bodegas de Argentina coinciden en que el pago durante 10 meses al año impacta en sus posibilidades de jubilación. Pero les genera inquietud que, en el texto del proyecto, no resulta del todo claro si el monto que hoy se les paga en 10 meses, se repartiría en 12, o, por el contrario, deberían pagarles dos mensualidades más; nuevamente con un incremento de los costos para los productores.
Pavón expresó que, si bien tuvieron una reunión con Sagasti, no pudieron aportar datos técnicos, por lo que las distintas cámaras del sector están realizando gestiones para acceder a una instancia de consulta, en la que puedan presentarlos antes de que la normativa sea tratada en la Cámara de Diputados de la Nación.
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